El Consejo de Gobierno ha autorizado la celebración de los contratos para la compra de 1.630.000 dosis de vacuna antigripal para la campaña 2021/22 y por un importe de 12.027.600 euros. En esta ocasión, la Comunidad de Madrid va adquirir 330.000 más con respecto a la anterior para cubrir las necesidades de la población y ante la inmunización conseguida en la pasada con un total de 1.523.712 administradas, lo que supuso un récord máximo.
La Consejería de Sanidad comenzará la campaña de vacunación a partir de la tercera semana de este mes de octubre dirigida a los denominados grupos de riesgo, enfermos crónicos, embarazadas, profesionales sanitarios, personal socio-sanitarios, cuidadores y servicios esenciales, entre otros.
La contratación de la compra se lleva a cabo tras la reciente recepción de los contratos adjudicados para la vacuna de la gripe del Acuerdo Marco con el Ministerio de Sanidad, al que también están adheridas otras comunidades autónomas, y que permite la fijación de precios máximos de las diferentes dosis, entre otros compromisos.
La importancia de acudir a vacunarse
Sanidad recuerda que resulta muy importante acudir a vacunarse cuando empiece la campaña en otoño para prevenir complicaciones respiratorias y hospitalizaciones por el virus de la gripe, como para evitar contagiar a otras personas vulnerables. En esta ocasión, la Dirección General de Salud Pública se ha marcado el objetivo alcanzar el 75% de cobertura de vacunación en las personas de 65 años y más años de edad y en los profesionales sanitarios, así como lograr el 60% en las embarazadas.
Tanto la infección de COVID-19 como la gripe pueden cursar clínicamente desde la ausencia de síntomas (casos asintomáticos) a graves. Los más comunes de ambas enfermedades incluyen: fiebre, tos, dificultad para respirar, fatiga, dolor de garganta, dolor muscular, de cabeza, diarrea. Sin embargo, la pérdida del olfato o del gusto son característicos del coronavirus.
La Comunidad de Madrid lleva a cabo campañas de vacunación antigripal desde 1991. La gripe estacional normalmente se presenta con carácter anual de forma epidémica, generalmente a finales del otoño, y recibir una dosis es la herramienta más eficaz para prevenir su difusión y complicaciones que pueda generar en la salud, tanto de forma directa como por agravamiento de otras enfermedades de base, principalmente cardiorrespiratorias, renales o metabólicas.