La fiebre por ser sede de los Juegos Olímpicos afecta a muchos municipios españoles, ya sea para acoger a los de verano, o en este caso los de invierno, la nueva meta que persigue la Generalitat de Cataluña y que no ha gustado nada a los científicos que trabajan para paliar los efectos del cambio climático. 180 investigadores de diferentes universidades de Cataluña y Francia han firmado un manifiesto para que no se celebren los JJOO de invierno en los Pirineos en 2030.
Entre los firmantes hay ecólogos, biólogos, arqueólogos, geólogos, geógrafos, historiadores, antropólogos y economistas, que aclaran que su firma está hecha a título personal, antes de enumerar diez razones por las que consideran que los Juegos no deberían celebrarse en la cordillera pirenaica, la principal de ellas, "no existen opciones verdes de desarrollar los Juegos de Invierno".
Desde la comunidad científica queremos expresar al conjunto de la ciudadanía nuestra preocupación por el impacto negativo y las pérdidas que estos grandes eventos deportivos pueden tener sobre las economías locales, los paisajes rurales y los ecosistemas de los Pirineos”, empieza el texto, que acusa al Gobierno catalán de haber hecho una propuesta poco "transparente", sobre todo teniendo en cuenta que "la mayoría de estaciones de esquí del Pirineo serán inviables a finales de siglo. El 70% de ellas no serán viables sin nieve artificial mientras que un 7% no podrán funcionar ni siquiera con el uso de cañones" por la fuerte subida de las temperaturas.
No existen opciones verdes de desarrollar los Juegos de Invierno
Por tanto, "los Juegos solo se podrán realizar con un aumento del consumo de energía y agua y un aumento de la contaminación", lo que supondría "la disminución del agua para otros usos". "El Pirineo ha perdido su modelo de vida tradicional y unos JJOO de aun le enfocarían más al sector del turismo masivo", un sector que no aporta nada bueno según los firmantes, pues "contribuye significativamente a los cinco factores principales que causan una presión directa sobre la biodiversidad: pérdida de hábitat y fragmentación ecológica, sobreexplotación de recursos, contaminación, propagación de especies exóticas y cambio climático".
Además, los científicos también advierten que la llegada masiva de personas y la construcción de nuevas infraestructuras gigantes también pondrían en riesgo la preservación de numerosos yacimientos arqueológicos de la zona".