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NOTICIAS | Más de 30 empresas se unen para mejorar la calidad de vida de niños con epilepsia

Una reforma integral en una de las salas del Hospital niño Jesús adapta las instalaciones a las necesidades de los pacientes, familiares y profesionales

Una reforma integral en una de las salas del Hospital niño Jesús adapta las instalaciones a las necesidades de los pacientes, familiares y profesionales

La sala San Vicente del Hospital Niño Jesús es el centro de referencia nacional de enfermedades neurológicas, metabólicas y endocrinológicas.

Imagen: Pladur/Comunicae.

 

 

Cada segundo lunes del mes de febrero se conmemora el Día Internacional de la Epilepsia, impulsado desde 2015 por el Buró Internacional para la Epilepsia (IBE) y la Liga Internacional Contra la Epilepsia (ILAE), como forma de dar visibilidad y sensibilizar a la sociedad sobre una de las patologías neuronales más extendidas, que sufren cerca de 65 millones de personas en el mundo y más de 400.000 personas en España.

 

 

Hoy en día aún existen muchos mitos y estigmas sobre la epilepsia, un trastorno con muchos tipos de crisis que necesitan ser conocidos. Por ello, es fundamental informar, concienciar e investigar para mejorar la calidad de vida de las personas que padecen epilepsia. Con el objetivo de mejorar las condiciones tan duras de los niños que padecen epilepsia, más de 30 empresas y organizaciones se han unido de forma solidaria, haciendo realidad el proyecto de reforma integral de la sala San Vicente del Hospital Niño Jesús.

 

 

 

 

Cadena solidaria para mejorar las condiciones de los niños con epilepsia

 

 

La sala San Vicente del Hospital Niño Jesús es el centro de referencia nacional de enfermedades neurológicas, metabólicas y endocrinológicas. El inevitable paso del tiempo había acentuado las deficiencias de las instalaciones, que no cumplían con las necesidades de pacientes, familiares y profesionales.

 

 

La Dra. María Luz Ruiz Falco, jefa de la unidad de neuropediatría, consciente de la importancia de la mejora de las condiciones de la sala, se puso en contacto con Bárbara Nicol, madre de una de sus pacientes y presidenta de la Fundación Purple Day en España, para hacer realidad el proyecto “San Vicente”.

 

 

Bárbara buscó el apoyo de Enrique Ramírez, que, como director de Pladur® y presidente de la Fundación La Casa que Ahorra, consiguió la donación de materiales de los fabricantes de placa de yeso y fabricantes de lanas minerales. Con la incorporación de la constructora ARPADA y el estudio de arquitectura MORPH Estudio, el proyecto fue cogiendo forma y poco a poco se fueron adhiriendo hasta más de 30 empresas, que donaron materiales para ventanas, suelos y puertas, a través de la Fundación Purple Day, en colaboración con el Hospital y la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid.

 

 



El objetivo era convertir la antigua terraza existente en un invernadero que atrapara la vegetación del cercano parque del Retiro, para crear un espacio agradable en contacto con el paisaje que estimulara a los niños hospitalizados.

 

 

Remodelación integral de la sala San Vicente del Hospital Infantil Niño Jesús

 

 

“El Retiro invade el Niño Jesús”: Bajo este lema se definía una de las claves más importantes del proyecto planteado por el estudio de arquitectura MORPH Estudio para la remodelación de la Sala San Vicente. El objetivo era convertir la antigua terraza existente en un invernadero que atrapara la vegetación del cercano parque del Retiro, para crear un espacio agradable en contacto con el paisaje que estimulara a los niños hospitalizados.

 

 

Son múltiples los factores a tener en cuenta a la hora de atender las necesidades de un niño hospitalizado: calidad del entorno, privacidad, diseño interior, confort y seguridad. Se demolieron por completo las deterioradas instalaciones y se definió una nueva configuración, para conseguir habitaciones más grandes con baños individuales, seguros y accesibles, nuevas unidades independientes para el desarrollo de la actividad médica y el nuevo espacio semi-exterior acristalado o invernadero.

 

 

Se trata de niños con enfermedades neurológicas, algunos de ellos con síndromes epilépticos graves, que requerían nuevos espacios con las máximas prestaciones en protección térmica y acústica (las placas se caracterizan por su protección frente al fuego, resistencia a roces e impactos y gran aislamiento acústico), además de soluciones sostenibles y de bajo consumo energético.

 

 

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