A lo largo de los últimos años ha cobrado fuerza un concepto denominado Mindfulness. Aunque este tipo de técnica, perteneciente a las terapias de tercera generación, se lleva investigando desde hace mucho tiempo, no ha sido hasta la actualidad que ha tomado una relevancia sustancial.
Son muchas las creencias o mitos que existen sobre Mindfulness. Algunas de ellas son, por ejemplo: eliminación de los problemas diarios, consecución de la felicidad mediante su práctica, necesidad de un componente espiritual o cultural, técnica de relajación o evasión de la realidad o utilización como terapia en vez de como complemento. Otra creencia errónea es que se necesita disponer de un amplio margen de tiempo o de ciertas habilidades específicas para llevarlo a cabo. Es por ello que en ocasiones se haya empleado el nombre de esta técnica con fines distintos a los originalmente planteados.
El significado de Mindfulness es conciencia plena o atención plena. Esta técnica se emplea para prestar atención al momento que estas viviendo de manera incondicional, es decir, con plena aceptación y sin juzgar los acontecimientos sucedidos. El objetivo principal de esta técnica es aprender a vivir el ahora, sin llegar a pensar en el pasado o futuro, tomando conciencia de la situación actual. De esta manera, se consigue vivir las diferentes experiencias de una manera más gratificante e intensa. En definitiva, el Mindfulness te permite buscar la felicidad que hay dentro de ti, sin depender de factores externos que puedan influir de manera positiva o negativa.
El Mindfulness se basa en los siguientes principios: la ecuanimidad, consiste en ver las experiencias vividas desde diferentes puntos de vista, sin prejuzgar. La paciencia en saber calmarnos y entender que los acontecimientos ocurren cada uno en el momento oportuno. La mente del principiante nos ayuda a vivir cada momento como si fuera la primera vez.
La confianza en uno mismo refuerza la predisposición a la vivencia de diferentes experiencias ya que nos sirve para basarnos en nuestros sentimientos, conocimientos previos y recursos. No resistirnos ante las vivencias hace más fácil este recorrido de aceptación. Esto conlleva a que, en ciertas ocasiones, cedamos ante diferentes sensaciones, experiencias o ideas que nos hace aferrarnos a ellas o evitarlas.
La confianza en uno mismo refuerza la predisposición a la vivencia de diferentes experiencias
Por último, tenemos la aceptación, el objetivo principal del Mindfulness, consiste en ver las cosas según vienen, poder adaptarnos ante las diferentes situaciones que se nos presenten.
Una vez comentado, brevemente, el concepto de Mindfulness y los principios en los que se basa, podemos observar como difieren estos de las creencias populares establecidas. Por ejemplo, un hecho popular muy comentado es la relajación que implica el Mindfulness cuando, según se comenta, es una técnica basada en la atención plena, “darse cuenta” de la situación vivida en ese momento. Por ello, es complicado llegar un estado de relajación absoluta cuando este ejercicio nos lleva a un proceso de aceptación de la situación vivida.
Por otro lado, un aspecto característico de esta técnica es la paciencia, esto lo hace incompatible con una felicidad plena instantánea al acabar, es un proceso más largo. Esto se relaciona con el hecho de que una vez conseguida la felicidad no experimentaremos dolor, se podrán evitar aquellos eventos negativos. Sin embargo, esto tampoco puede ser posible debido a que el Mindfulness se basa en la aceptación de la situación actual, no excluye a los eventos negativos.
Por último, existe la creencia de que el Mindfulness es una técnica que puede ser usada para poner solución ante cualquier tipo de problema que puede tener una persona. Esta afirmación nos puede llevar a un concepto de técnica milagro que no corresponde con el objetivo principal de la actividad. Es decir, Mindfulness nos sirve como técnica complementaria ante algunos tratamientos psicológicos no siendo excluyente de la aplicación de otras técnicas.
Es por ello que estas técnicas sean realizadas por personas que tengan ciertos conocimientos a la hora de aplicarla. Con ello, favorecemos que su aplicación sea efectiva y tengamos acceso a un conocimiento más exacto sobre su concepción y su práctica.