Durante esta semana, hemos visto como la Ley Trans ha superado su primer obstáculo en el Congreso de los Diputados, para su aprobación. Un avance que se ha conseguido, a pesar del rechazo de la derecha, PP Y VOX, que amenazaban con tumbar la norma.
Sin embargo, parece ser que las Feministas Radicales y cierta parte de la población siguen viendo en esta nueva norma un enemigo. ¡NO LO ES! Solo intenta defender a una parte de los ciudadanos y ciudadanas que sí están discriminados por personas que solamente se limitan a tener un pensamiento retrógrado y no avanzan.
Todos somos iguales ante la Ley, y si queremos que eso se cumpla, hacen falta leyes que protejan a las mujeres, a los homosexuales, pero, sobre todo, leyes que dejen a las personas ser como se sienten y vivir la vida con tranquilidad.
¡NO ES UNA LEY QUE DEJE POR DEBAJO A LAS MUJERES!
¡NO ES UNA LEY QUE DEJE POR DEBAJO A LAS MUJERES! Simplemente, da lugar a que las personas que nacieron con un género con el que no se identifican puedan hacerlo sin que haya impedimentos o sea difícil poder llegar al final, además de que haya una norma que les proteja. Lo siento, por todas esas personas que piensan lo contrario, pero más vale que vayáis recapacitando porque esta ley no borra ninguna identidad.
Pero acercándonos al ojo de la tormenta, si lo que te preocupaba era que todos esos hombres machistas que han cometido delitos y deciden hacer el cambio de género para dejarlos de lado, ya no lo puedan hacer. El delito sigue siendo delito, sea el género que sea. Si cometen un acto de violencia machista y aparecían en el documento de identidad como hombre y, finalmente, cambian de género, seguirán teniendo ese delito a sus espaldas.
Aunque esto no es todo, como siempre desde VOX han querido denegar esta ley con ese argumento de apoyo a las familias. “Queremos reafirmar nuestro compromiso con el sentido común y con la verdad”, argumentaba Carla Toscano (VOX), pues señora, déjame decirte que ese sentido común del que tú hablas no es el que defiendes, si tuvieras un poquito estarías dejando a las personas vivir con tranquilidad y no mandarías mensajes de odio, como los que mandáis, te limitarías a aprobar leyes que de verdad defienden a las personas.