¿Dónde buscarías si quisieras seguir el rastro de un ser querido desaparecido? Quizás, la respuesta varíe según el contexto, pero en la mayoría de los casos correríamos a buscar las huellas que dejaron sus últimos pasos en redes sociales o tecleando en su teléfono. Lo cierto es que las pistas que encuentres pueden ser de gran ayuda, porque Internet lo guarda todo y nunca olvida nada, por mucho que pase el tiempo. Aunque esto puede ser de gran utilidad en determinadas situaciones, también presenta una cara oculta peligrosa de la que parece imposible esconderse.
Nick Johnson nos acerca al desconocido universo de Internet en ‘Missing’, su última película, que recupera la esencia de ‘Searching’, de Aneesh Chaganty. El argumento es similar, aunque en la primera es una hija adolescente la que se empeña en encontrar a su madre desaparecida y, en la propuesta de Chaganty es un padre desesperado quien busca a su hija. ¿Has ido al cine a ver ‘Missing’? Si estás pensando en hacerlo, puedes seguir leyendo este artículo porque no habrá spoiler que fastidien la tensión que se crea en la sala, aunque sí te diré que esta última película es más cinematográfica que la que estrenada en 2018, sin que esto implique perder las pantallas de los móviles y ordenadores como ventanas a través de las que contar una historia.
Son muchas las propuestas que llegan a nuestras pantallas con este planteamiento, aunque no siempre llegan a tener el impacto que, en algunos casos, merecen. La razón es que no llegan al gran público porque no suelen estrenarse en salas de cine, aunque lo cierto es que las plataformas de vídeo llegan ya a todos los rincones con historias donde se presenta Internet como ese gran desconocido en el que no podemos confiar, por mucho que creamos manejar lo que nos ofrece. Desde cine de terror hasta películas del género policiaco han optado por utilizar la cara oculta de la Web sirve de escenario para articular una trama que nos hace reflexionar sobre lo que compartimos en redes sociales, el modo que tenemos de usarlas y cómo nos afecta lo que se cuece en ellas. Eso sí, si nuestros secretos no están a salvo tampoco podemos descartar la posibilidad de encontrar pistas para encontrar a alguien que ha desaparecido, aunque esto signifique tener que seguir un rastro que no siempre nos ofrece respuestas y, sin embargo, casi siempre saca a la luz secretos que nadie había pedido conocer.
¿Estarías dispuesto a seguir el rastro de un familiar desaparecido en redes sociales?