Mejorar la atención a los afectados por la Enfermedad Tromboembólica Venosa (ETV). Ése es el objetivo del nuevo código de buenas prácticas suscrito por el Grupo HM Hospitales, la tecnológica Becton Dickinson (BD) y la compañía biomédica Pfizer, que contempla la parte asistencial, la farmacológica y la tecnológica, proporcionando circuitos y algoritmos "más claros" de los que disponía el profesional médico hasta ahora. Una iniciativa a la que se suma la creación de la Consulta específica de esta dolencia en el Hospital Universitario HM Sanchinarro, cuyo objetivo es facilitar la atención a aquellos pacientes que deseen una segunda opinión y que viene a proporcionar soporte a casos de manejo más complejo que requieran la valoración de un experto.
El presidente de HM Hospitales, el doctor Juan Abarca Cidón, destacó que “somos pioneros en España en la implantación de las técnicas endovasculares para el tratamiento de estas lesiones, ya que, si el paciente no es correctamente tratado, hasta un tercio de las trombosis venosas pueden desarrollar un trombo embolismo pulmonar (TEP), con una mortalidad asociada del 50%. De ahí la importancia de protocolizar esta patología”.
Lourdes López, directora general de BD España y Portugal, explica que “desde el área intervencionista de BD, siguiendo su objetivo de mejorar la calidad de la atención a los pacientes, desarrolla soluciones innovadoras especializadas en el área del tratamiento de enfermedades vasculares. En este ámbito, la apuesta por mejorar los resultados relacionados con la patología venosa ha ido en incremento en los últimos años. Estas soluciones no solo mejoran la calidad de vida de los pacientes, sino que aportan valor al sistema de salud en el abordaje del tratamiento y seguimiento de la trombosis venosa profunda”. Para Sergio Rodríguez, director general de Pfizer España, “este tipo de programas nos permiten poner al paciente en el centro del abordaje integral y control de su enfermedad, lo que nos ayuda a mejorar la calidad de la atención asistencial del paciente con enfermedad tromboembólica vascular”.
Somos pioneros en España en la implantación de las técnicas endovasculares para el tratamiento de estas lesiones
El doctor Luis Miguel Izquierdo Lamoca, jefe del Servicio de Angiología, Cirugía Vascular y Endovascular de los hospitales universitarios HM Montepríncipe y HM Puerta del Sur, destaca además que "muchos pacientes no son adecuadamente diagnosticados, y cuando son derivados al especialista, en ocasiones, se llega tarde. A través de este código queremos contribuir a revertir esta situación, además de mejorar el conocimiento médico de la patología y de todas las posibilidades terapéuticas que existen, para que no quede sin tratar ningún paciente”.
Patología prevalente
La ETV engloba la trombosis venosa profunda (TVP) de extremidades y la embolia pulmonar (EP) principalmente, además de la localizada en territorios atípicos. Es la tercera enfermedad cardiovascular más frecuente tras la enfermedad coronaria y el ictus. En España, la ETV es una de las enfermedades más prevalentes, con116 casos por cada 100.000 habitantes y una incidencia aproximada es de uno o dos afectados por cada mil pacientes al año -se incrementa de forma importante a partir de los 40 años-, afectando por igual a hombres y mujeres.
En opinión de la Dra. Paula Villares Fernández, autora de este código de buenas prácticas y jefa del Servicio de Medicina Interna y Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario HM Sanchinarro, “el número de casos relacionado con la trombosis venosa de extremidades, así como embolia pulmonar, es cada vez más elevado; lo fue especialmente durante la pandemia, y continúa siendo muy prevalente”. La ETV presenta una elevada mortalidad, con cifras que varían entre el 8,6% y el 30% en mortalidad global, con un 3,3% de mortalidad directamente atribuible a EP en los primeros 30 días. “La patología tiene también una importante comorbilidad asociada, ya que entre el 20 y el 50% de los pacientes desarrollan síndrome postrombótico, y entre un 2 y un 4%, hipertensión pulmonar tromboembólica crónica tras la EP”, matiza la Dra. Villares.