Agradecida por la oportunidad que este periódico me brinda, comienzo del único modo que han de empezar las cosas, con ilusión. Queriendo compartir con ustedes lectores, e intentando aportar todo aquello que mi formación, pero sobre todo mi experiencia de mas de veinte años en educación me permita.
Ya nos lo dijo Nelson Mandela ¨la educación es el arma más poderosa que podemos utilizar para cambiar el mundo¨…una lastima que no se le haga demasiado caso, sin embargo, somos muchos los que no dejaremos de intentarlo. Por ello la iniciativa de acercar desde este periódico artículos tratando diferentes temas, espero les sean útiles, intentando aportar todo aquello que este en mi mano.
Estoy moralmente obligada a comenzar argumentando la importancia de la inteligencia emocional, que por fin parece que cobra la consideración que siempre hubo de tener, han tenido que pasarnos muchas cosas, y precisamente no buenas en estos dos últimos años. Pero seamos optimistas y sigamos trabajando, sigamos MOTIVADOS
MOTIVACION, es precisamente por donde quiero arrancar esta sección de coaching educativo queriendo poder ayudar a padres docentes y alumnos lectores.
Para motivar es necesario estar motivado, estar motivado consiste en activar, dirigir y mantener una conducta o un aprendizaje. Así la motivación se convierte en un factor para facilitar o entorpecer.
La educación es el arma más poderosa que podemos utilizar para cambiar el mundo
La motivación es el motor para activar y mover a los demás
La clave para estar motivado es creer en uno mismo y eso lo acompañaremos con tener interés por los demás, escuchar atentamente algo que normalmente nos cuesta. A veces interrumpimos creyendo o dando por seguro lo que creemos que nos van a decir, sin embargo, es muy importante escuchar esperar lo que nos dicen, así como ser capaz de identificar las potencialidades de los demás. Con todas estas premisas seremos capaces de motivar a nuestro hijo, a nuestro alumno.
No podemos olvidar que como motivadores hemos de tener ambiciones por conseguir el resultado, ser ejemplo y aquí os pongo uno : de nada sirve intentar motivar a nuestro hijo universitario a estudiar mucho con el fin de tener un buen trabajo, si lo único que oye de nuestra boca cada noche son protestas de que horror de día de curro o la batalla de turno con el jefe , lo cansado que estoy…,poca motivación encontrara nuestro hijo así, si imagina que el premio a su estudio es estar como ve a sus padres.
Con ello no digo que vivamos en un estado de felicidad absoluta que es inverosímil, pero tampoco caigamos en la queja constante por todo, ya que los padres somos el espejo donde se miran.
También otra herramienta valiosa para motivar a nuestros hijos es esperar lo mejor de ellos y hacerles saber que lo esperamos de veras, porque asi les demostramos confianza y les aportamos seguridad. Esos esfuerzos de los chavales han de ser recompensados con refuerzos positivos, ojo no caigamos aquí en la trampa del chantaje emocional.
La motivación implica acción y la búsqueda de un objetivo, para el que necesitamos compromiso con nosotros mismos, esfuerzo, entusiasmo y ganas de logro.
Enseñar a nuestros hijos en estos valores les va a hacer seguros y responsables, y solo ese el camino al éxito personal.
Hay que valorar o analizar en nuestros hijos, cuáles son sus fortalezas y hacérselas saber.
Soy de las que sostiene que todos tenemos un talento, absolutamente todos, solo tenemos que descubrirlo y engrandecerlo, además por lo general para ello siempre se encuentra la motivación, casi sin buscarla, al ser algo que nos gusta no necesitamos motivación externa.