España no se cansa de ganar, mucho menos de demostrar su valía. Esta vez el rival era Argentina y obligó al combinado nacional a sacar lo mejor de sí mismo. El partido se ganó con sufrimiento (81-71) y con un excelente Ricky Rubio que mantiene el nivel que viene mostrando desde que comenzó una concentración a la que a punto estuvo de renunciar.
El combinado español no salió igual de bien como ante Japón. Se veía a un equipo sin ideas en ataque ya que la presión de la defensa argentina se imponía, provocando un marcador bastante desfavorable (3-12) al ritmo de los triples de Facundo Campazzo, además de un enchufado Laprovittola.
Ante esta situación, Ricky Rubio apareció y España comenzaba a despertar. Con 11 puntos seguidos y tres de tres desde más allá del arco, Rubio volvía a llevar el equilibrio a la fuerza hasta que un golpe le mandó al vestuario. Y de nuevo, en medio del caos, volvió a reinar Argentina.
Clasificados virtualmente para los cuartos de final. Primer objetivo cumplido
Una defensa imperial
Con el marcador en contra (20-27), España mostró una versión menos brillante en ataque, pero igual de intensa y comprometida en defensa, lo que provocó un nuevo empujón del equipo de Scariolo que ponía el empate en marcador para empezar un vendaval en ataque en el que Ricky Rubio destacó por encima de todos (26 puntos para él). España encadenó un 7-0 para cerrar el cuarto con un dominante parcial de 20-9 y seis puntos de ventaja.
El tercer cuarto sirvió para confirmar la segunda victoria de la selección. España comenzó a hacer un partido muy trabajado para conseguir la victoria a base de oficio. Esto provocó que el equipo de Scariolo fuera cogiendo distancia hasta llegar al final con cierta comodidad, gracias a una defensa que se ha convertido en su seña identificativa.
La conclusión es clara: el equipo de Scariolo se ha ganado el derecho a luchar por otro metal tras lograr el pase a cuartos con una trabajada victoria. Cabe destacar que en el próximo partido se jugarán el primer puesto del grupo ante la Eslovenia de Doncic.