El voto CERA, la carta de Feijóo o la negativa de Pedro Sánchez a mantener un encuentro con el candidato del PP. Todas ellas son las situaciones que sostienen el marco en el que Pedro Sánchez ha comunicado sus intenciones de “trabajar para lograr una investidura que nos permita seguir avanzando”. El socialista considera que las urnas han despejado la duda sobre el rumbo que debe tomar nuestro país y se muestra convencido de que “existe una amplia mayoría social”.
Pedro Sánchez ha puesto en valor los que ha presentado como hitos de su gestión al frente del Gobierno de España durante unos años que, dice, han estado marcados “por las adversidades” de la pandemia o la guerra en Ucrania. El presidente en funciones hace especial hincapié en la “protección de empleos, empresas, salarios y pensiones” durante la pasada legislatura, mientras se marca los objetivos de “hacer del acceso a la vivienda la gran causa nacional de los próximos años”, “reforzar el estado del bienestar”, “consolidar el crecimiento económico” o de continuar “el apasionante camino hacia la igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres”.
El socialista habla de una mayoría social que ahora “toca traducir en una mayoría parlamentaria en el Congreso de los Diputados”, apoyándose en que las urnas reflejan “que quienes proponen la derogación y el retroceso” no forman parte de la misma. Estas declaraciones de Pedro Sánchez llegan tras el recuento del voto CERA, con el que el Partido Popular le ha quitado un escaño al PSOE en Madrid, sumando los populares un total de 137 asientos y los socialistas, 121. Con esto resultados, PP y VOX siguen sin alcanzar mayoría, pero el apoyo de UPN y Coalición Canaria podría dar al bloque un total de 172 escaños. Por su lado, la investidura de Sánchez ahora solo sería posible con un apoyo explícito del Junts de Carles Puigdemont, puesto que, con Sumar, ERC, EH Bildu, PNV y BNG se quedaría con 171 asientos.
Este ha sido el telón de fondo con el que Núñez Feijóo ha enviado una carta a Pedro Sánchez proponiéndole mantener una reunión para iniciar un proceso de “diálogo responsable, en beneficio de la estabilidad política e institucional de España". Sin embargo, por la respuesta del socialista, parece que no habrá encuentro con el presidente del Gobierno en funciones, al menos hasta el 17 de agosto, momento en que se haya constituido el Congreso y quede designado el candidato propuesto por el Jefe del Estado.