La Fiscalía Provincial de Madrid solicita 26 años de prisión para R. M. S. y otros 20 años para su pareja M. T. M. por el asesinato “motivado por los celos” de otra joven que había mantenido con anterioridad una relación sentimental con el acusado. El informe forense refleja que cuando la acusada asestó dos puñaladas a la víctima en el abdomen presentaba un trastorno “límite” de personalidad “y un patrón abusivo de consumo de sustancias, pero que dichas alternaciones no afectan sus capacidades cognitivas y volitivas en relación a los hechos”. Así lo detalla el auto de la Fiscalía, al que ha tenido acceso SoydeMadrid.com.
Según la Fiscalía, M. T. M. mantuvo durante un año una relación sentimental con la víctima que finalizó en mayo de 2018, y un mes más tarde comenzó otra con la acusada. Desde ese mismo mes de junio, “motivada por los celos”, R. M. S. comenzó a llamar y a enviar mensajes “amenazantes” a D. M. D. desde su teléfono móvil y desde otros, “que le impidieron llevar una vida normal” porque la víctima había bloqueado a la pareja en sus redes sociales.
Te voy a romper la cabeza por todo lo que me has llamado sin conocerme, vale
Alguno de los mensajes no solo tenía como objetivo molestar o perjudicar a la fallecida, “sino que tenían el propósito directo de amedrentarla”. Y es que la acusada le amenazaba a través de las redes sociales “y le decía que no iba a parar hasta verla muerta”. Así, el 2 de septiembre de 2018 R. M. S., a quien la Fiscalía imputa los delitos de asesinato, amenazas y acoso moral, le envió a la ex pareja de su novio el siguiente mensaje: “Te voy a romper la cabeza por todo lo que me has llamado sin conocerme, vale. Tú me has llamado yonqui, me has llamado come bolsas (…) Voy a ir y te voy a matar, y ya está. Y aunque no te mate, te voy a pegar y hasta que no te dé lo tuyo no voy a parar porque yo soy así”.
Tras otro mensaje amenazante enviado un mes más tarde, el 25 de noviembre de 2016 ambos acusados comenzaron una discusión al salir de una hamburguesería de Alcorcón “motivada por los celos”. Fue a raíz de que la acusada descubriera que su pareja había recibido una solicitud de amistad de Instagram de la víctima y comprobara que en el móvil solo figuraban las respuestas de D. M. D. pero no las del acusado. Acto seguido, “y en un estado de gran alteración”, exigió a M. T. M. que le llevara a casa de su ex pareja.
El acusado, “a pesar de la situación de agresividad de R. M. S. y de que era consciente de que quería agredir a D. M. D.”, condujo su vehículo hasta el domicilio de la víctima. Allí, la acusada se bajó del coche y se dirigió cuchillo en mano a la vivienda donde residía D. M. D. Al carecer de mirilla la víctima no supo a quién abría la puerta y, sin tiempo para reaccionar, recibió dos puñaladas en el abdomen que le causaron la muerte. Tras la acción la acusada regresó al coche donde le esperaba su pareja “y ambos se marcharon del lugar”.