Aunque los gatos siempre se han visto como una mascota muy independiente capaz de cuidarse ellos solos, también necesitan la ayuda de sus compañeros humanos en tareas tan importantes como la limpieza del pelo y su mantenimiento. Pese a que ellos mismos ya se encargan de lavarse a diario, es importante establecer una rutina de cuidado capilares para evitar problemas como las molestas bolas de pelo.
"El cepillado no solo estimula la circulación y mejora el tono muscular, sino que además minimiza las bolas de pelo porque retira el pelo suelto antes de que el gato se lo pueda tragar", explican veterinarios expertos de Purina, "además el cepillado estimula las glándulas situadas en el nacimiento de cada pelo, lo que impermeabiliza el pelaje y lo suaviza para mejorar sus propiedades aislantes". Incluso el cepillado permite conocer un poco mejor la salud de nuestro gato ya que permite descubrir pequeñas heridas o bultos que pueda tener en el cuerpo.
Para que el gato se acostumbre a esta rutina de cepillado es muy importante que no se convierta en una experiencia desagradable para él, por eso es importante empezar con la rutina desde que son pequeños y adaptarse a sus necesidades, pues no necesitará el mismo cuidado un gato de pelo largo que uno de pelo corto.
Es importante saber que el pelo de un gatito pequeño será más corto, suave y sedoso que el de un adulto
"Es importante saber que el pelo de un gatito pequeño será más corto, suave y sedoso que el de un adulto, pero con el tiempo crecerá más grueso", aseguran los expertos, que advierten de que un pelaje largo necesitará un cepillado y cuidado diario, mientras que un pelaje corto solo requerirá de una sesión por semana. "Que olfateen y se froten contra el cepillo es una señal positiva", y para conseguirlo hay que seguir una serie de pasos, "empezamos acariciando al gato un rato, después lo cepillamos delicadamente, primero por los lados del cuerpo, con cuidado. Pasados unos minutos, les volvemos a acariciar y les cepillamos de nuevo".
También es imprescindible encontrar un lugar cómodo de la casa en la que el gato se sienta tranquilo y confiado y tener en cuenta que según la época del año, las rutinas pueden cambiar. Por ejemplo, en primavera será más importante llevar a cabo el cepillado más habitualmente ya que cambian el pelo del invierno por el de verano, más fino y con menos espesor.