El gobierno de la Comunidad de Madrid ha dado el paso definitivo para acabar con una de las prácticas ilegales más extendidas en los últimos meses de pandemia: las fiestas ilegales en los domicilios. La actividad, que incumple la normativa vigente, al no estar permitida la reunión de personas no convivientes en domicilios, provocaba la amplia posibilidad de que se desarrollase un brote de COVID-19. Pero con la nueva normativa regional esta práctica podría ser cortada de raíz. 

El consejero de Justicia, Interior y Víctimas, Enrique López Escudero ha firmado una orden que da permiso a todos los efectivos de las Policías Locales de toda la Comunidad de Madrid a poder realizar funciones de inspección turística, con el fin de que "se haga cumplir la regulación sobre el uso de estas viviendas". La normativa se prolongará mientras duren las normas dictadas para hacer frente a la situación sanitaria derivada de la COVID-19.