Si algo marcó a la juventud de los años 2000 en nuestro país eso fue Tuenti. Salir de fiesta un viernes y encontrarse, a la mañana siguiente, una ristra de notificaciones en color verde que anunciaban nuevas etiquetas en fotos, solicitudes de amistad, mensajes privados y distintos comentarios era suficiente para empezar bien el día. Lo mismo ocurría cualquier tarde en la que un amigo o amiga había decidido incluir en sus pertenencias una cámara de fotos.
Los millenials chocaron de bruces con Tuenti en un momento en el que la masificación aún no había llegado a nuestro entorno. Pocos eran los que, alguna vez, habían entrado en Facebook; era un nicho de personas 'más mayores' y la interacción no era representativa de la juventud española. Así que Tuenti era el lugar en el que hablar con los amigos y compañeros de clase, además de servir para conocer a otras personas. Lamentablemente, desapareció como red social en 2016, aunque su sello continúa a día de hoy como compañía telefónica.
Si se le pregunta a los usuarios y usuarias de la red, mayoritariamente nacidos en los 90, el recuerdo es agradable. Se respiraba (en la mayoría de los casos) un ambiente que acompaña a la nostalgia de la madurez. Rozando la treintena, aquellos y aquellas que disfrutaron de tardes enteras chateando por Tuenti, etiquetando (y desetiquetando) fotos, poniendo comentarios y escribiendo textos no se han asustado ante las últimas noticias del gigante de Marc Zuckerberg.
Los millenials chocaron de bruces con Tuenti en un momento en el que la masificación aún no había llegado a las redes sociales. Pocos eran los que, alguna vez, habían entrado en Facebook
El magnate ha anunciado que, si la política de datos continúa tan restrictiva en la UE, hará desaparecer de territorio europeo Instagram y Facebook. Sin embargo, lejos de alarmar a la población, la decisión del estadounidense solo ha provocado que, en Twitter, la última tendencia sea hablar de Tuenti y de lo doloroso que fue decirle adiós. "Si pudimos con eso, podemos con esto", decían algunos.
Tanto es así que los twitteros y twitteras han conseguido convertirla en TT, y la melancolía no ha tardado en hacerse protagonista con tweets ingeniosos y cargados de recuerdos.