Lesiones oculares

Las lesiones oculares no son las más frecuentes, pero sí entrañan una potencial gravedad, sobre la que ya han llamado la atención distintas agencias, no solo en España. Por ejemplo, el equivalente francés a nuestro Instituto Nacional de Toxicología:

Ha comunicado un incremento de hasta siete veces en el número de lesiones oculares en niños debido al contacto con soluciones hidroalcohólicas desde que comenzó la pandemia.

Las soluciones hidroalcohólicas han causado el 10% de las lesiones oculares por químicos en niños. La mayoría de las lesiones causadas fueron leves, pero pueden llegar a producirse daños en la córnea. De hecho, entre abril y agosto de 2020, 16 niños recibieron en Francia atención hospitalaria por esta causa, y dos necesitaron un transplante de membrana amniótica. 

63 de los casos ocurridos en 2020 en Francia sucedieron en espacios públicos (tiendas, restaurantes, instalaciones deportivas, etc.), mientras que en el año anterior no se había documentado ningún caso de este tipo: es evidente que la proliferación de dispensadores en espacios públicos supone un riesgo que antes no existía.

Productos inflamables

Además, hay que tener presente que estos productos, geles o soluciones hidroalcohólicas, contienen un elevado grado de alcohol en su composición (OCU recomienda un porcentaje de al menos 60%, en línea con las recomendaciones de instituciones como la OMS, los CDC estadounidenses o el ECDC en Europa), por lo que el riesgo de inflamabilidad es elevado, lo que supone un riesgo adicional.

Niños y geles 

1. Lavar las manos, mejor que el gel

No nos cansamos de insistir en ello: la medida preventiva básica para combatir la expansión del coronavirus es un buen lavado de manos, a conciencia, con agua y jabón.

El uso de geles o soluciones hidroalcohólicas es una alternativa cuando no es posible el lavado de manos: cuando se está fuera de casa, cuando no hay acceso a un lavabo. Si existe la posibilidad de lavar las manos, hazlo, y evita el riesgo adicional que supone exponer las manos a un agente que puede causar irritación cutánea. 

2. Cuidado al usarlo

Evita aplicar geles y soluciones hidroalcohólicas en zonas sensibles, irritadas o dañadas de la piel o mucosas. 

Ten en cuenta el tipo de aplicador y la densidad del producto, ya que al dispensarlo en formato aerosol, es probable que el área de difusión sea mayor. Cuanto menos denso sea el producto, mayor puede llegar a ser su alcance.

3. Consérvalos bien, lejos del calor

Mantén estos productos siempre alejados de focos de calor como pueden ser superficies calientes, exposición solar directa, llamas, chispas o cualquier fuente de ignición.

Evita fumar justo después de usar estos geles por el riesgo de quemaduras. 

Guárdalos en un lugar bien ventilado y fresco, donde no se produzcan cambios de temperatura importantes.

4. Ten precaución con los más pequeños

Mantenlo fuera del alcance de los niño y supervisa siempre la utilización de estos productos por los niños más pequeños.

Presta especial atención a los dispensadores comunitarios, colocados muchas veces a la altura de los ojos de los niños. 

En el caso de niños mayores, que llevan estos productos en sus mochilas, en el colegio, en instalaciones deportivas y de ocio, etc., hazles entender que no son un juguete y que su uso entraña riesgos, e instrúyeles para que los usen correctamente.

5. Reacciona rápidamente

Si pese a las precauciones se produce un incidente, es fundamental reaccionar con rapidez.

En caso de que accidentalmente caiga gel hidroalcohólico en el ojo, este debe ser irrigado con agua corriente durante al menos 15 minutos (puede hacerse colocando el ojo debajo de un grifo o utilizar el mando de la ducha). Si las molestias son intensas o persisten hay que consultar al médico.

En caso de ingestión accidental de uno de estos productos, llama inmediatamente al Servicio de Información Toxicológica (91 562 04 20), al 112 o acude a al médico con urgencia.