La Comunidad de Madrid ha informado a la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) de la posible presencia de dos bacterias peligrosas, Cronobacter sakazakii y Salmonella Newport, en dos variedades de leche infantil especial, concretamente las denominadas Similac Alimentum y Simillac Elecare, lo que constituye un alto riesgo para los bebés que la consuman.
La empresa comercializadora, y primera entidad en comunicar la incidencia tras detectarla en sus procedimientos de autocontrol, Abott Laboratories, ha procedido a la retirada de los lotes afectados, procedentes de Estados Unidos: SIMILAC ALIMENTUM 400g, referencias número 25659Z261, 28123Z261, 30283Z262, 31410Z204 y 33688Z201; en el caso de SIMILAC ELECARE 400g, se trata de los lotes 25557Z203 y 30374Z202. La distribución ha tenido lugar a través de farmacias, centros de salud y hospitales, con los que ya ha contactado la empresa para advertir del problema. Del mismo modo, la información ha sido trasladada a las autoridades competentes a través del Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de información (SCIRI), con la finalidad de verificar su retirada del mercado.
En caso de haberla consumido, se recomienda a los padres que estén atentos a síntomas raros en los niños durante las próximas 72 horas.
La recomendación principal para los padres de niños que hayan consumido estos lotes de leche infantil es permanecer atentos durante un periodo de dos a tres días, a fin de comprobar que no se dan síntomas sospechosos en el bebé. La Salmonella Newport tiene un periodo de incubación de hasta 72 horas, causando vómitos y diarreas, mientras que la Chronobacter sakazakii puede cursar como meningitis, con síntomas más inespecíficos. En caso de observar cualquier alteración en el menor, se aconseja llevarlo a urgencias junto con el bote -o una foto de mismo- donde se lea la caducidad y el lote.
Hace apenas unos días se originaba una polémica por otra alerta alimentaria con el mismo motivo, en este caso por una cepa de Salmonella enterica detectada en huevos de origen español contaminados, con 22 casos confirmados en España, y de la cual no se ha tenido constancia hasta cinco meses después, ya que no se registraron notificaciones para advertir a los consumidores. La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), dependiente del Ministerio de Consumo, comunicó a Bruselas entre el 17 y el 23 de septiembre que había iniciado una investigación sobre las granjas españolas que distribuía el proveedor. Las Agencias de Consumidores y Usuarios exigen a Consumo una explicación sobre el motivo por el que no se trasladó la información pertinente al público.