"Nos llaman de todo, pero lo importante es que estamos ahí, en las buenas y en las malas". Jaime Hernández y Raúl Muñiz, dos jóvenes que dieron luz al movimiento 'Revuelta', llegan a nuestros estudios para contarnos la labor que llevaron a cabo para ayudar a los afectados por la DANA en Valencia. Una movilización que, a día de hoy, continúan. "Ahora, una vez que la gente tiene seca la casa, estamos comprando electrodomésticos", señala Jaime, "y hemos hecho una campaña de Navidad muy potente con muchos regalos", más de 6.000, asegura.
Y es que, cuando estos jóvenes vieron lo que estaba sucediendo en la Comunidad hermana, se organizaron en Revuelta y "nos juntamos a ver qué conseguíamos". Al principio, "costó, pero convencí a un par de amigos, pusimos un mensaje en redes" y a las tres horas "llegó una chica que luego se quedó para ayudar en los locales de Lucas Mallada, Canillejas y Arganda del Rey", cuenta Jaime. Desde ese momento, los almacenes que organizaron desde Revuelta se vieron desbordados de material, y también de voluntarios que querían prestar su ayuda. "A veces no quieren involucrar a los jóvenes en cosas en las que pueden aportar muchísimo, y con esto se ha visto", señala Jaime.
Es más, Raúl regresó a Madrid desde Galicia, donde se encontraba en un viaje de trabajo, para apoyar al grupo. "Cuando llegué a Madrid, el local de Lucas Mallada estaba auténticamente desbordado", traslada, y se encontraban buscando un segundo espacio donde poder almacenar los recursos. Ahí fue cuando consiguieron un almacén en la Calle del Olivo 28, Arganda del Rey. "La colaboración de la gente fue increíble", y en total consiguieron 2.200 toneladas de ayuda para trasladar a Valencia.
Así mismo, ambos coinciden en que "el pueblo salva al pueblo", aunque con un ligero matiz, "pienso que eso es así si no te salva quien te tiene que salvar, que es el Estado", señala Raúl. "La gente estaba sola, totalmente abandonada", mantiene, y "habrá habido muchos más fallecidos porque, en las primeras horas, en los momentos cruciales para rescatar a la gente, no había nadie, absolutamente nadie".
"Hay cosas imperdonables", apunta Jaime, quien detalla como fueron los primeros días en las zonas afectadas, cuando ni siquiera había llegado la maquinaria del Ejército, aseguran. ¡Dale al Play y no te lo pierdas!