El Consejo de Ministros y Ministras ha determinado esta mañana cesar a la actual directora del Instituto de la Mujer, Isabel García, tras las últimas informaciones publicadas acerca de presuntos amaños de contratos de puntos violetas por parte de su pareja. La propia García ha confirmado su marcha a través de un comunicado, lamentando que el Gobierno de España se haya fiado de lo que ha tildado como "pseudo informaciones".
Durante la semana del 15 de julio, la pareja de García comenzó a ocupar varios titulares y protagonizar un escándalo entorno a los puntos violeta. Al parecer, se habría lucrado de la gestión de estos puntos a través de varios contratos a los que accedía presentándose con diferentes empresas, todas de su pertenencia.
Un ejemplo de ello fue el Ayuntamiento de San Fernando de Henares. La pareja de la ahora ex directora del Instituto de la Mujer se habría presentado al concurso a través de tres empresas diferentes, llevándose el contrato y un fondo de 23.000 euros. Es más, la propia concejala de Igualdad, Silvia Buabent, no pudo desmentir esta información, ni negar que las tres empresas presentadas para gestionar los puntos violeta de San Fernando no pertenecieran a la misma persona.
Por otro lado, al parecer García también estaría implicada en los escándalos tras saltar a la luz que ella misma contrató a su pareja cuando llevaba el área de Igualdad en Valencia.
Tras conocerse estas informaciones que señalaban a la directora, la ministra de Igualdad aseguró que darían un tiempo a García para que pudiera dar explicaciones. No obstante, el Gobierno de Sánchez ha decidido hoy mismo destituir a la actual directora y sustituirla por la socióloga Cristina Hernández.
Desde este medio pudimos hablar con el delegado del Gobierno de España en la Comunidad de Madrid, para conocer qué opinión guardaba acerca de este escándalo, y qué consideraba que debía hacer el Ministerio que dirige Ana Redondo. Para Francisco Martín, un servicio tan importante e imprescindible en la lucha contra la violencia de género no debía verse enturbiado, sino que tendría que generar confianza, "creo que es esencial que no generemos más ruido a parte del que por sí ya hay en la sociedad".