Los centros de salud están a punto de colapsar, los centros hospitalarios tienen las Urgencias cada vez más saturadas y la única solución que se plantea desde el Gobierno regional “es pedir responsabilidad a todo el mundo menos a ellos”. Así exponen la situación desde SATSE, el Sindicato de Enfermería madrileño.
"Que falten enfermeras, más de 12.000 en Madrid, que estas profesionales prefieran trabajar donde sea antes que en Madrid, que la precariedad sea la tónica dominante en la relación laboral con la Administración autonómica o que las OPEs lleven años de espera para resolverse son problemas menores para una Administración que fía volver a salir de esta 6ª Ola a la profesionalidad de enfermeras/os, enfermeras especialistas y fisioterapeutas, tal y como ocurrió en Olas precedentes", aseguran.
El Sindicato pone el foco en la última Instrucción de Salud Pública para el aislamiento por Ómicron. Aseguran que todos los madrileños están obligados a hacer aislamiento obligatorio salvo el personal sanitario que, "ante un contacto con esta variante, debe seguir trabajando". "La irresponsabilidad del Gobierno regional es patente", explican desde SATSE Madrid, "ya que obligan a que una enfermera, tras un contacto estrecho con la variante Ómicron, siga trabajando".
ICOMEM exige poner en marcha otras medidas que han demostrado su alta efectividad
Esta situación expuesta por SATSE es un asunto que también ponen sobre la mesa desde ICOMEM (Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid). Señalan que "nos enfrentamos al colapso de la Atención Primaria y a sus graves consecuencias sobre todo el sistema asistencial de nuestra comunidad". "Queremos trasmitir nuestra profunda preocupación ante esta grave situación y hacer un llamamiento urgente a las autoridades responsables de nuestra Comunidad Autónoma de Madrid para que se valoren y pongan en marcha otras medidas que han demostrado su alta efectividad ante estas situaciones epidémicas con tan altísima trasmisión comunitaria", dicen.
ICOMEM se refiere, principalmente, a reorganizar la manera de prestar atención a la población, "priorizando de forma selectiva toda la atención urgente o no demorable y limitando nuevamente el resto para poder abordarlo todo de la forma más segura posible". Hablan también de campañas de concienciación permanentes estimulando y exigiendo las actitudes personales que favorecen la lucha contra la infección: "mascarillas adecuadas en cualquier ámbito de posible transmisión comunitaria, en exteriores y sobre todo en recintos cerrados, distancia interpersonal, ventilación, lavado de manos".