Los varapalos personales han podido con el 'postureo' y se hace necesaria la toma a tierra. Así se encuentra Aída Domènech, conocida popularmente como Dulceida, pionera en la ya convertida profesión de influencer y creadora de contenido. Un momento complicado que le ha llevado a tomar una de las decisiones más difíciles para alguien cuyo mundo gira en torno a las redes: parar.
Dulceida anuncia un stand by en sus perfiles porque, matiza, necesita cuidar de su salud mental. La reciente pérdida de su abuela y la anunciada, hace apenas un mes, separación de su pareja Alba Paul parecen estar afectando a la catalana más de lo que podía imaginar. De hecho, ella, que siempre se ha definido como una persona "muy fuerte mentalmente", asegura que no puede más.
"Necesito encontrar el camino para recuperar mi alegría y volver a conocerme"
Aída lo ha hecho público a través de un vídeo con aire melancólico, con la costa de fondo y la puesta de sol como metáfora de un nuevo tiempo. Estampa a la que acompañaba un alegato al autocuidado: "Hoy hago un parón, hoy me voy. Necesito reconstruirme, necesito abrazarme y cuidarme para volver. Me siento perdida y necesito encontrar el camino para recuperar mi alegría y volver a reconocerme, volver a ser yo y volver a quererme."
La falta de empatía que reina en las redes también ha sido determinante a la hora de tomar la decisión, según detalla. "Desde hace unos meses estoy recibiendo un acoso constante en redes sociales sobre mi relación, por parte de unos pocos, que hacen mucho ruido y también mucho daño a mí y a las personas que me quieren."
No obstante, los casi tres millones de seguidores de Dulceida pueden estar tranquilos, porque la despedida es temporal. La influencer asegura querer coger fuerzas para retomar su actividad en septiembre, espera, más entera y capaz de afrontar la situación.