De la posguerra a la actualidad, Lola Flores constituye un icono artístico, social y sentimental de primer orden de la cultura popular española del siglo XX, de amplio calado en los ámbitos diversos del teatro, la copla, el baile, el cine, el tablao flamenco, la prensa y la televisión. Con esta exposición se pretende realizar un recorrido novedoso sobre la trayectoria de esta singular flamenca de Jerez de la Frontera a través de los fondos que alberga la Biblioteca Nacional de España. El público podrá acudir del 29 de septiembre de 2023 al 21 de enero de 2024 en la Sala de las Guillotinas de la BNE (Paseo de Recoletos 20-22 , 28071, Madrid).
En cinco secciones, los fondos y las colecciones de la BNE nos irán contando sus diversas etapas que corren paralelas a la propia historia contemporánea de España y que queda reflejada en los documentos de la institución (grabaciones sonoras, videograbaciones, partituras, fotografías, revistas, libros…).
En primer lugar, las raíces, desde su nacimiento hasta la guerra, son los años de la Edad de Plata donde se produce la brillante recuperación flamenca de la España de los años veinte de la mano de figuras como García Lorca, la Argentina, la Argentinita o Pastora Imperio, cuyo testigo recoge la jerezana y queda plasmado en las grabaciones sonoras de la biblioteca. El segundo momento es la posguerra propiamente dicha, donde surge la transgresora Niña de Fuego, que le cantara Manolo Caracol, y la Zarzamora, la vehemente artista de baile, copla y teatro, del 39 al 49, que aparecía en sus famosas y pasionales Zambras, en contraste con una España en blanco y negro. Es como si la jerezana de El Lerele, inconscientemente, representara el discurso de Canciones para después de una guerra.
Los fondos y las colecciones de la BNE nos irán contando sus diversas etapas
Después viene la estrella internacional de cine, del 50 al 74. La racial Salvaora –una femme fatale en toda regla- se transforma en la aparentemente moderna protagonista del fotocolor. España quiere empezar a olvidar las grises calamidades de los 40. Son los años de la Faraona, a ritmo de rumba flamenca con su Pescaílla. Luego, el posfranquismo con la Transición y la democracia, del 75 al 94, donde vuelve a reinventarse como Lola de España, frente a la incomprensión y el rechazo de las nuevas coyunturas, pero también como paradójico icono pop del posfranquismo y la posmodernidad. Por último, a modo de coda final, se propone una reflexión abierta a las nuevas generaciones sobre su significado, su legado y su impronta como una de las voces más rotundas, también más disparatadas y contradictorias, de la España del siglo XX.
Para contar esta historia nos dejaremos acompañar, en clave de memoria sentimental, entre otros, de las voces y los juicios de Lorca, los Álvarez Quintero, los Machado, Sánchez Mejías, Martín Gaite, Vázquez Montalbán, Caballero Bonald, Umbral, Terenci Moix, Martín Gaite, Tico Medina, Villena, Antonio Burgos, Carlos Herrera o las más contemporáneas de Cristina Cruces, Israel del Santo, María Peláe, Alaska y Mario, Alejandro Sanz, Miguel Poveda, Estrella Morente o sus nietas, las también artistas Elena Furiase y Alba Flores; voces muchas de ellas recogidas en el archivo sonoro, documental y audiovisual de la Biblioteca Nacional de España.