El Hospital Clínico San Carlos dispone de un escáner de última generación, único en la sanidad pública española. Un equipo de diagnóstico por imagen o angiografía por tomografía de coherencia óptica (OCTA) que permite detectar las principales patologías oculares que pueden pasar inadvertidas en exploraciones oftalmológicas rutinarias.
El OCTA analiza la vascularización y la estructura de la retina y del nervio óptico. Así, les da a los profesionales la oportunidad de detectar de manera precoz.
"Incluso antes de que se produzcan síntomas, de algunas patologías oculares y sus complicaciones: degeneración macular asociada a la edad, glaucoma, diferentes alteraciones asociadas a la miopía magna o coriorretinopatía serosa central, que se produce con más frecuencia en personas jóvenes, y que está relacionada con el estrés”.
Su éxito se asegura gracias a la gran resolución de imagen que ofrecen los 200.000 escáneres por segundo que puede realizar. Destacan también la precisión ofrecida en la monitorización de los pacientes.
Al analizar el nervio óptico se ha descrito recientemente una asociación con valor pronóstico en diferentes enfermedades como el Alzheimer o el Parkinson
Los oftalmólogos del Clínico San Carlos también emplean esta novedosa tecnología para evaluar las alteraciones vasculares asociadas al COVID-19 en la retina. Desde la Fundación para la Investigación Biomédica del Hospital Clínico San Carlos se han liderado numerosos estudios de investigación acerca de la afectación ocular por esta causa.
En los últimos años se han publicado diferentes estudios que avalan la utilidad de esta prueba “para detectar los cambios producidos por la hipertensión arterial, la estenosis carotídea o el daño coronario, pudiendo proporcionar indicadores subclínicos valiosos para la estratificación no invasiva del riesgo y el daño existente en estos pacientes”, añade el oftalmólogo del HCSC, Juan Donate.
Recientemente, el Servicio de Oftalmología del Hospital Clínico San Carlos ha entrado a formar parte de la red europea de referencia para el tratamiento de enfermedades raras oftalmológicas (ERN-Eye), que abarca más de 900 patologías oculares infrecuentes que constituyen la principal causa de discapacidad y pérdida visual en niños y adolescentes en Europa.