Vuelve el mes del Orgullo, pero con una gran diferencia: la “normalidad”. Las mejoras en los temas de la crisis sanitaria nos van a permitir disfrutar de unas fiestas como las de antes, poder reclamar los derechos que nos merecemos de la mejor manera posible.
Este año no tenemos el gran problema de la Covid-19, aunque me estoy viendo venir muchas quejas por esa nueva enfermedad que se achaca a los homosexuales, la viruela del mono. Seguramente nos toque oír frases como: “Van a subir los contagios” o “habrá que poner medidas”, “que no se manifiesten”…
Pero esto no es todo lo que puede pasar, llamarme negativo, pero los datos no me hacen pensar que lo soy. Los días del orgullo vamos a estar todos en la calle, manifestándonos, disfrutando por nuestros derechos, por las fiestas, por lo que cada uno, una o une quiera manifestarse y puede que haya mucha más gente enrabiada porque lo hagamos. Lo siento por esas personas, pero les va a tocar aguantar.
Únicamente pido respeto y tolerancia porque es lo que nosotros damos a los demás
Solo espero, y rezo, que, con el aumento de ataques homófobos, lesbófobos, tránsfobos… no haya gente que salga a la calle para seguir haciendo más daño de lo que nos hacen cada día y no solo daño físico, sino verbal y mental. Queremos un Orgullo libre de incidencias, queremos estar tranquilos y seguir luchando por lo que nos pertenece. Que quede bien claro: NO HACEMOS DAÑO A NADIE.
Hoy no tengo más por lo que reclamar, no tengo a quien atacar o por lo que agradecer. Únicamente pido respeto y tolerancia porque es lo que nosotros damos a los demás. Y ya no solo lo pido para estas fechas, lo pido para todo el año. Hoy comienzo a manifestarme porque no lucho por mis derechos en una semana, porque luchamos por nuestros derechos día a día, muerte a muerte, ataque a ataque y lo seguiremos haciendo hasta que hombres, mujeres y personas de distintas condiciones sexuales sean iguales.