Los pros de la movilidad eléctrica y el aumento de sensibilización acerca del cuidado del medioambiente comienzan a superar a las desventajas de su uso, por lo que cada vez son más los conductores que se decantan por la compra de un coche de dicha categoría. Parece un invento reciente, pero allá por 1897 ya comenzaba su andadura el primer taxi eléctrico de Nueva York, tras los primeros proyectos de vehículos eléctricos fabricados por Robert Anderson unos años antes, concretamente entre 1832 y 1839.
De hecho, el nuevo modelo BMW i4 ha tenido tal demanda tras el inicio de su producción que durante las últimas semanas se ha agotado tras ponerse a la venta en los primeros mercados. Las nuevas reservas deberán esperar hasta el verano de 2022 para poder recibir sus unidades.
Estos motores transforman la energía eléctrica en mecánica por medio de interacciones electromagnéticas, a través de un elemento conductor que se mueve en su interior dentro de un campo imantado. Sus aspectos positivos frente a los motores de combustión son, entre otros, los siguientes:
- Acceso a las Zonas de Bajas Emisiones: con un vehículo eléctrico, podemos acceder al centro de muchas grandes urbes que ya comienzan a limitar la entrada en las mismas de los diesel y gasolina.
- Aparcamiento gratuito: del mismo modo, no tenemos que preocuparnos a la hora del estacionamiento, ya que el sistema SER (Zona Azul y Verde) no son de aplicación, en cuanto a tarifa ni tiempo máximo, a los vehículos Cero emisiones, por lo que podremos despreocuparnos de tener que gastar dinero y volver al coche para renovar el ticket.
- Aumento de los puestos de carga gratuitos: Cada vez son más los establecimientos, superficies comerciales, parkings, instalaciones de ocio y áreas de servicio que disponen de un emplazamiento específico en el que poder recargar las baterías sin coste.
Con un vehículo eléctrico se puede acceder al centro de grandes ciudades como Madrid, y estacionar sin coste ni limitación alguna de tiempo máximo habilitado.
- Ahorro en el consumo. El incremento de la eficiencia y un menor consumo de energía se traduce en una cantidad considerable de dinero que no tendremos que invertir en combustible. Por otro lado, en este caso ya tampoco será necesario gastar en nada relacionado con revisiones de motor, cambios de aceite y otros elementos o piezas que, por otra parte, desgastan y acortan la vida de un vehículo tradicional. Un chequeo al año será más que suficiente para garantizar que todo funciona correctamente, y no será esencial acudir al taller con tanta frecuencia.
- Eliminación de la contaminación. No solamente se erradican las emisiones de CO2 a la atmósfera, si no que, del mismo modo, se reduce el impacto acústico, dado que los coches eléctricos no emiten ruido, a diferencia de los motores térmicos.
- Duración de la batería. Su vida útil es de aproximadamente 10 años, lo que reduce los costes a largo plazo.
- Potencia. La movilidad eléctrica goza de grandes estándares en lo relativo a aceleración y rendimiento, llegando a una velocidad máxima suficiente para los desplazamientos diarios.
Ahora ya conoces los principales puntos en los que la movilidad eléctrica marca una diferencia, y lejos de ser el futuro, forma parte del panorama presente de la conducción. ¿Te animas a probar?