Esta semana hemos vivido uno de esos culebrones que se venden por entregas y de los que solo trasciende un pequeña parte de lo que pasa. Ha sido el tema Villacís. Reuniones en la sombra, unos que dicen que en sus filas no la quieren, otro que dice que es una gran política y al final ¡Se queda donde está!
¿Y qué es lo que de verdad ha pasado? ¿Qué había detrás de aquella reunión con Bendodo que se filtró, seguramente desde dentro del propio PP?
Pues parece ser que tanto el alcalde de Madrid como el presidente de los populares estaban de acuerdo en contar con ella en sus filas, al fin y al cabo podría ser un activo que sumase votos de cara a las próximas elecciones y es algo que se está haciendo en toda España, pero Ayuso no la quería en el PP, "ya se había llevado lo mejor de Ciudadanos".
Dicen que la enemistad de la presienta regional a la vicealcaldesa madrileña viene de largo, de cuando se rumoreaba la moción de censura de Aguado, porque parece ser que Villacís era una de las que animaban al por entonces vicepresidente regional a que la presentase y Ayuso lo supo, como casi siempre se acaban sabiendo las cosas en política, a posteriori, pero con consecuencias.
Ahora queda por saber si la consecuencia de aquella traición será la desaparición de Villacís del panorama político o si será capaz de sobrevivir al desastre. En todo caso, si Ciudadanos se lleva votos del PP en las municipales en la ciudad de Madrid, pero no consigue concejales, seguramente sea a costa del Partido Popular, lo que puede hacerles difícil revalidar la alcaldía. En tres meses lo sabremos.
Dicen que la enemistad de la presienta regional a la vicealcaldesa madrileña viene de largo, de cuando se rumoreaba la moción de censura de Aguado