Darle una segunda vida a los libros que ya no usamos o que, precisamente, hemos usado demasiado, con el objetivo de que otros se dejen fascinar tanto o más que nosotros. Ese es el objetivo con el que nace La Libre, una red de intercambio de libros usados de la que los cosladeños ya pueden hacer uso en los diferentes puntos habilitados para ello.
Televisión de Madrid ha querido conocer, de cerca, este proyecto impulsado por la Concejalía de Participación Ciudadana del consistorio, capitaneada por el concejal Agustín González, y que es posible gracias a la colaboración de asociaciones, entidades y, por supuesto, los vecinos y vecinas de Coslada.
Espacio Nelken
Nuestra primera parada es el Centro Cultural Margarita Nelken y, en su interior, el Espacio Nelken. Allí, se puede encontrar uno de los ejes principales del proyecto de La Libre, un espacio en el que se puede leer y, también, compartir momentos con los amigos. Porque una de las claves de La Libre es acercar la lectura a los más jóvenes del municipio, pero sabiendo entender sus formas de relacionarse.
Es por eso que el Espacio Nelken cuenta con bancos y mesas que pueden moverse a la libre (nunca mejor dicho) elección de sus visitantes. Es otro de los motivos por el que La Libre tiene el nombre que tiene: porque no hay control. No, al menos, con la típica figura de ‘bibliotecario/a’ a la que estamos acostumbrados. Aquí, los que se gestionan los plazos de devolución y la voluntad de dejar nuevos ejemplares, así como el cuidado que se hace de ellos, son los propios vecinos. No es necesario, por ende, ningún carné de socio para hacer uso de La Libre.
Los que se gestionan los plazos de devolución y la voluntad de dejar nuevos ejemplares, así como el cuidado que se hace de ellos, son los propios vecinos
Centro Cultural La Rambla
Tras visitar el Nelken, Agustín nos guía hasta la segunda planta del Centro Cultural La Rambla. Ahí aguarda el ‘punto’ de La Libre custodiado por la Asociación de Lactancia y Crianza de Coslada, ya que se trata del espacio dedicado a la literatura infantil.
Lisbeth, vicepresidenta de la asociación, nos explicó que los más peques de la casa son, sorprendentemente, los más responsables. “Cuidan muchísimo los libros, se echan su gel y comparten momentos muy bonitos”, dice. Lisbeth matiza, para los que tengan dudas, que ningún libro está ‘tan maltratado’ como para no poderse utilizar en La Libre y, si así fuese, “desde Participación Ciudadana pueden reemplazarlo”. El único requisito: no pueden ser libros de texto.
‘Jardín de Invierno’
El final de nuestro periplo llega en la tercera planta del mismo centro cultural, en el espacio llamado ‘Jardín de Invierno’. Allí, encontramos un oasis para los amantes de las letras y un hábitat relajante para los que, simplemente, quieran descansar y disfrutar de las vistas. Porque el ‘Jardín de Invierno’ tiene primera fila al arbolado de La Rambla gracias a una enorme cristalera que nos adentra en la naturaleza. Y esto es solo el principio... disfruta del reportaje completo dándole al play!