Alrededor de dos mil kilómetros separan Coslada de la ciudad de Oxford. Esa es la distancia que el investigador Juan César Palomino, natural de la ciudad del Corredor del Henares, recorrió en busca de una oportunidad en el mundo de la investigación. Ahora, con una carrera consolidada y un cargo como ‘Post- Doctoral Research Officer’ en el Instituto para el Nuevo Pensamiento Económico, Palomino nos cuenta los pasos que le han llevado hasta la prestigiosa Universidad de Oxford.
Tras más de diez años como profesor de Secundaria en el IES María Moliner, Palomino puso rumbo a Inglaterra para trabajar en un proyecto sobre la importancia de las herencias en la transmisión intergeneracional de la riqueza; y, aunque pone el foco sobre Reino Unido, lo cierto es que también compara la región con otros países, entre los que se incluye España. “Intentamos ver hasta qué punto influye la riqueza familiar heredada en el patrimonio de las familias”, explicaba.
Pasión y vocación, a partes iguales
Poner alma en lo que haces es fundamental. “Uno siempre quiere pensar que, investigando en ciencias sociales, los resultados de la investigación pueden ayudar a decidir políticas que puedan aumentar el bienestar de la gente”, nos confesaba el investigador. Poco a poco, incidía, algunas de las ideas alumbradas en la Universidad, “como el aumento de la desigualdad, han pasado al debate público y ya son prioridades en los programas electorales de muchos partidos”, proseguía.
La investigación ha ayudado a Palomino a “contribuir” con un pequeño granito de arena a “entender mejor la sociedad y la economía e intentar mejorar la vida de las personas”. Quizás, al final todo se reduce a eso: “esa es la motivación de todos los investigadores, aunque el efecto sea incierto y muy a largo plazo”.
Uno quiere pensar que los resultados puedan ayudar a decidir políticas para aumentar el bienestar de la gente
En el horizonte, el futuro
En el futuro, reconoce, “me gustaría trabajar en la desigualdad de oportunidades en la educación, medir la influencia de las circunstancias familiares en los resultados educativos e intentar averiguar qué políticas educativas pueden proporcionar más oportunidades para todos”.
Un porvenir en el que también tiene cabida la tierra que le crió; y es que el investigador echa de menos el Sol, aunque “el clima no es tan malo como se piensa”, “las tapas con la bebida” o “las lentejas de mi madre”. Vivir fuera “te abre los ojos, ves otras formas de hacer las cosas, conoces gente de todo tipo, países y culturas, y eso es enriquecedor”, pero “creo que sí volveré”, aunque todavía no se decanta si encarnará su faceta de investigador o de docente, “que también se echa de menos”.
Palomino se despide con ‘London Calling’, de los Clash, y es que esta se ha convertido en la banda sonora de su aventura.