“El confinamiento ha dado a la repostería y la repostería no perdona”, nos confiesa, entre risas, Carlos Crespo. Es el secretario de la Unión Atlética de Coslada, uno de los clubes de atletismo más importantes de la Comunidad de Madrid. Sus atletas han sobrevivido, como han podido, a las largas semanas en casa, convirtiendo su salón en una pista de atletismo improvisada. Ahora, según van pasando las fases de la desescalada, van viendo la luz al final del túnel.
Carlos nos atiende, justo, en el primer día de su vuelta a la pista: “han sido unos meses muy duros, porque el confinamiento, el trabajo de casa, no es lo mismo que salir a la calle. Hemos trabajado todos en grupo, con videollamadas, manteniendo el contacto por WhatsApp. Eso ha hecho mucho”. Nos explica que nota como el ánimo ha cambiado en estos últimos días, fruto de la libertad que ofrece correr en la calle.
Entrenamientos desde casa
El club ha organizado los entrenamientos virtuales lo mejor que ha podido, organizando diferentes grupos en función de la categoría. “Hemos adaptado los entrenamientos a la funcionalidad de los salones o los espacios de las casas que teníamos y, al final, contábamos con un lugar muy reducido, pero hemos enseñado que hay otra forma saludable de mantenerse”, asegura el propio Carlos, quien, como miembro de la directiva, afronta meses de incertidumbre.
Dudas generadas por la inestabilidad sanitaria y social en la que está sumida el país. ¿Cuándo podrán volver a competir? ¿Cuándo podrán volver a abrazarse con sus compañeros de equipo al acabar una carrera? Son preguntas que, por ahora, somos incapaces de contestar. Dudas y preguntas que afectan, directamente, a la planificación de la próxima campaña: “está en el aire porque no sabemos que rumbo va a tomar la pandemia, si puede haber un rebrote. Estamos marcados por la normativa, por el BOE”.
Hemos adaptado los entrenamientos a la funcionalidad de los salones o los espacios de las casas que teníamos
Decisiones complejas
El club sí que se vio obligado a tomar ciertas decisiones muy dolorosas: “ha sido muy duro, porque, claro, debíamos decidir si declarábamos ERTE o no. Al final, hemos continuado con el trabajo de las escuelas para no mermar. Si paras una actividad de golpe, dañas a los usuarios de esa actividad. No es un club, son las personas”.
Carlos Crespo explica que les han “pedido prudencia”, afirmando que “vamos a seguir esos consejos de no comprometernos en la apertura de nuevos grupos”. Desde el club cosladeño son conscientes de que se trata de “una situación que no había pasado nunca y tenemos que ser de lo más precavido”, pero son optimistas para el futuro.
Optimismo
Es Carlos el encargado de animarnos de cara a los próximos meses: “creo que, si conseguimos encontrar una solución a la pandemia, los atletas y triatletas volveremos a entrenar con muchas más ganas, muchas más medidas de seguridad, con más precaución y, sobre todo, apreciando mucho más lo que tenemos, porque estar dos meses nos ha hecho valorar mucho más lo que hacemos”.
Algunos lo hicieron el día 2 de mayo, coincidiendo con la posibilidad de salir a correr o pasear. Otros, decidieron descansar y esperar su momento. Carlos cree que “ha hecho mucho el entrenamiento durante el confinamiento”, una preparación que se ha notado en estas primeras semanas de vuelta a los entrenamientos al aire libre.