Los agentes de la Policía Local de Coslada incautaron de más de 140 recipientes repartidos en más de 30 cajas de óxido nitroso, conocido coloquialmente como "gas de la risa" o "gas hilarante". El hallazgo tuvo lugar en el transcurso de un control de seguridad en la zona del Barrio de la Estación realizado por varias dotaciones policiales.
Los agentes detectaron un turismo de gran cilindrada que trató de eludir el control mediante una maniobra evasiva. De forma inmediata procedieron a darle el alto con el fin de identificar a sus ocupantes. A bordo del vehículo viajaban dos varones residentes en la Cañada Real que contaban con varias reseñas policiales y cuya actitud inquieta y nerviosa hizo sospechar a los agentes.
En el registro del vehículo, concretamente en su maletero, se localizaron más de 140 recipientes, en un total de 33 cajas, de óxido nitroso que ambos individuos refirieron portarlo para su autoconsumo.
Los agentes levantaron el correspondiente acta y depositaron los efectos intervenidos en dependencias de la Policía Local de Coslada, donde quedaron bajo custodia.
Igualmente, el conductor del turismo fue denunciado por transportar dicha mercancía, considerada como peligrosa, sin la preceptiva autorización y finalmente, dejaron constancia de todo lo actuado en la Comisaría de Policía Nacional de Coslada, por si la intervención diese lugar a otras investigaciones.
Dispositivos de control
Esta intervención vuelve a poner de manifiesto la importancia de los controles policiales en materia de prevención y detección, ya sea tanto en horario diurno como en nocturno. Del mismo modo recuerda a la ciudadanía que es vital no delatar la presencia de dichos dispositivos a través de las redes sociales u otros medios de difusión con el fin de asegurar su eficacia.
Por lo que respecta a la operación llevada a cabo, cabe recordar que el conocido como "gas de la risa" o "gas hilarante", el óxido nitroso normalmente se presenta en pequeñas bombonas a presión de diferentes tamaños y pesos acompañadas de un aplicador y globos. Su consumo se realiza mediante inhalación directa. Su consumo no controlado produce en las personas efectos analgésicos y anestésicos, llegando a resultar muy nocivo para la salud. Entre otros, puede producir alucinaciones, confusión, entumecimiento persistente e incluso lesiones de mayor gravedad tales como neumotórax, embolia gaseosa, psicosis e incluso, en los peores casos reportados, muerte por asfixia.