Irene Iglesias /@i.ialvarez
Seis. Ese es el número de veces que la línea siete B de Metro ha interrumpido sus quehaceres desde su alumbramiento allá por el lejano 2007. “De esos polvos vienen estos lodos”, aseveraba tajante el alcalde de Coslada, Ángel Viveros, y se explicaba: “de esos polvos para ganar unas elecciones deprisa y corriendo que inauguraron la línea de Metro”, estos lodos que “han ido derivando en parches, en cierres, en incidencias y en no dar una solución definitiva”. El nuevo cierre “por sorpresa” de la línea 7B de Metro ha levantado ampollas en la región.
Cronología de un cierre anunciado
La estación de Metro del Hospital del Henares inserta en la línea 7 del suburbano permanecerá cerrada por el acometimiento de obras de refuerzo entre diez y doce meses. Esa fue la información que el alcalde, Ángel Viveros, reconoce haber “arrancado” de la viceconsejera de Transportes de la Comunidad, María Consolación Pérez Esteban, cuando se enteró “por sorpresa” del cierre de la citada estación. Una circunstancia que ha desatado la polémica en el municipio teniendo en cuenta que “apenas habían pasado 48 horas desde que habíamos estado reunidos con ellos”, según confirmaba el concejal de Transportes, Fernando Romero.
“La primera en la frente: primero lo conocen los medios y las redes sociales y luego los alcaldes de los municipios afectados”, aseveraba Viveros tachando este acto de “deslealtad”. Se da la circunstancia de que el alcalde de Coslada mantuvo dos días antes una reunión de trabajo con el consejero de Transportes, Movilidad e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, con el asunto de la necesidad de aportar una solución urgente y definitiva a los problemas que arrastra esta línea. Sin embargo, y aunque en la reunión el Ejecutivo autonómico adquirió el compromiso de ofrecer soluciones, no se hizo alusión alguna al cierre de la estación.
“Extrema gravedad”
Para el primer edil de Coslada es “lamentable la forma de actuar de la Comunidad de Madrid con este asunto. Ya se han gastado más de 20 millones de dinero público y, llegados a este punto, parece que solo en parches. Lo hemos denunciado una y otra vez”.
“Nos preocupa gravemente la situación de Metro en Coslada”, proseguía. Muestra de ello, el requerimiento de mantener una reunión con Ángel Garrido, aunque, reconoce el primer edil, “si él no nos escucha, si se esconde, si no da la cara, miraremos hacia arriba”. Algo que traducen como solicitar una reunión urgente a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. “No vamos a parar hasta tener una solución, queremos conocer qué está ocurriendo, que nos den información para transmitírsela a nuestros vecinos y vecinas”.
Doce años tiene este Metro y llevamos seis interrupciones. Queremos una solución definitiva y, después de la misma, estudiaremos responsabilidades porque, creo, debería haberlas
Desavenencias
Lo cierto es que el sexto cierre de la línea 7-B que desemboca en la estación Hospital del Henares, ahora clausurada a cal y canto, ha propiciado un choque frontal entre administraciones. Los alcaldes de Coslada y San Fernando de Henares parecen haber aunado esfuerzos en un intento por ser escuchados; mientras, desde la Consejería de Transportes capitaneada por Ángel Garrido avanzan estar dispuestos al diálogo.
El consejero ha tachado de “grosería” la declinación de los alcaldes de Coslada y San Fernando de Henares de reunirse con la consejera delegada de Metro, Silvia Roldán, para conocer los detalles del cierre de la estación del suburbano. Garrido, en la comparecencia posterior al Consejo de Gobierno, ha avanzado que “cuando un técnico me dice que hay que proceder al cierre de la estación porque es lo razonable para la seguridad de los usuarios, por encima de cualquier otra conspiración está la seguridad”. En este sentido aseveraba que “nosotros como políticos poco tenemos que decir en materia técnica, yo por lo menos no me atrevo”. “Hay mucho entrenador de fútbol en algunas personas”, incidía. Quizás fue esta idea la que le llevó a tomar un paso atrás y concertar la reunión demandada por los regidores locales con la consejera delegada del suburbano.
Con el foco mediático sobre la reunión de la discordia, el consejero ponía de relieve que “los alcaldes de Coslada y San Fernando han perdido la mejor oportunidad, si de verdad les interesaba el asunto, de conocer todos los detalles y pormenores”. “Lamentablemente, y en un acto de descortesía, han tenido la grosería de cancelar la reunión con la consejera delegada de Metro diciendo que como mínimo ellos se tienen que reunir con un consejero”, explicaba un Garrido contundente. “Nosotros somos gente educada, y más allá de esa grosería lo que haremos es, lógicamente, buscar una nueva fecha en el calendario”, avanzaba con intenciones futuras. “Si quieren venir, estupendo; si no quieren enterarse es asunto de ellos”.
Novedades
Tal y como estaba previsto tras un cambio de última hora, la consejera delegada de Metro de Madrid, Silvia Roldán, acompañada por personal técnico del suburbano, se han desplazado a Coslada para mantener un encuentro con el concejal de Transportes, Fernando Romero, y técnicos de la Administración local. El edil, Fernando Romero, al término del encuentro quiso “agradecer tanto a los técnicos, como a la consejera delegada de Metro su presencia”. En cuanto al meollo de la cuestión, los representantes del suburbano madrileño, tal y como se desprendió de sus explicaciones, sitúan el origen de una parte de los problemas que arrastra esta línea en el cambio inicial del trazado anunciado por la entonces presidenta regional, Esperanza Aguirre, a pesar de la “sorpresa de su propio equipo”.
Esa medida, que significó la ampliación a más estaciones de las incluidas en el proyecto original, se tomó sin tener en cuenta los aspectos técnicos del trazado inicial. El resultado, por ahora, se resume en seis cierres o suspensiones del servicio en los doce años que lleva en funcionamiento. Lo que más ha llamado la atención de las explicaciones ofrecidas es que “la justificación del cierre de esta estación del Hospital del Henares se encuentra en problemas de carácter decorativo y revestimientos interiores”. En palabras del edil cosladeño, “cuestiones estéticas y, en su caso, desprendimientos menores” que descartan la aparición de “problemas estructurales en la citada estación”, aludiendo a las aclaraciones ofrecidas.
“Doce años tiene este Metro y llevamos seis interrupciones. Queremos una solución definitiva y, después de la misma, estudiaremos responsabilidades porque, creo, debería haberlas”, concluía Viveros. Por el momento, tras el apunte de una nueva fecha en el calendario y la celebración de una reunión que pretendía el acercamiento entre instituciones tras una tensión patente, los vecinos se resignan a dejar pasar el tiempo.