Tras más de 14 años de espera, Coslada ha dado un paso firme y decisivo para poder ejecutar el último gran desarrollo urbanístico de nuestro municipio: el Barrio del Jarama. Este hecho ha sido una realidad después de que se diera luz verde a su aprobación inicial en la última sesión plenaria el pasado mes de julio en el Ayuntamiento cosladeño.
Tras la aprobaión se construirán un total de 4.400 viviendas, de las cuales 1.550 pasarán a ser propiedad del Ayuntamiento, con el fin de dotarlas de algún tipo de protección oficial. La concejala de Urbanismo, Vías y Obras, Charro Arroyo, ha indicado que "este proyecto es fruto de mucho trabajo y el resultado es muy positivo para la ciudad de Coslada. Después de 14 años de bloqueo, podemos ya asegurar que el último gran desarrollo urbanístico de Coslada está en marcha".
Plan Urbanístico Coslada/ Ayuntamiento de Coslada.
Se construirán un total de 4.400 viviendas, de las cuales 1.550 pasarán a ser propiedad del Ayuntamiento, con el fin de dotarlas de algún tipo de protección oficial
Viviendas públicas
"Las negociaciones han reportado importantes beneficios para nuestro municipio, siendo el más destacado el relativo a las 1.550 viviendas públicas que se incluyen en el proyecto”, tal y como determina la normativa actual en la materia, ha resaltado la edil.
Fruto de esas negociaciones nace la reducción del ámbito del nuevo barrio, respetando y excluyendo los aledaños de la zona de la Cañada Real, localizados también en el término municipal de Coslada. Asimismo, a petición de la alcaldía, los promotores respetarán los tres accesos a la calle Santiago.
Más espacios verdes
Asimismo, se ampliarán notablemente las zonas verdes del barrio, pasando de los 177.000 m2 previstos inicialmente, a los 227.000m2 definitivos, lo que permitirá la creación de un parque lineal.
En igual medida, cabe destacar el aumento correspondiente a la sección de equipamientos municipales, de 14.500 m2 a 36.600 m2, superficie que en un futuro puede ser destinada a colegios, escuelas infantiles o espacios deportivos, entre otros.
“Hemos instado a los promotores a que no haya una única manzana de uso comercial, sino que los distintos establecimientos destinados al pequeño comercio se distribuyan por los bajos de los edificios”, ha manifestado la concejala Arroyo. "El objetivo -tal y como ha subrayado la concejala- es potenciar el comercio de barrio".