Si mencionamos nombres como Simone Biles o Rebeca Andrade, la mayoría reconocería de inmediato a estas estrellas de la gimnasia. Sin embargo, pocos saben que este deporte es uno de los más antiguos de la historia, con raíces en la Grecia Clásica. En la actualidad, se divide en cuatro modalidades olímpicas y otras cuatro no olímpicas y una de ellas está especialmente en auge, sobre todo en nuestro municipio, en Cubas de la Sagra. Por eso hemos querido hablar con las entrenadoras del Club de Rítmica Jambè, Alba Martiño y Andrea García que nos han contado cómo es esta entidad deportiva que lleva el nombre de nuestro pueblo por todo Madrid y por España a través de sus integrantes, 90 chicas que comparten pasión, esfuerzo, competición y, sobre todo, amistad.
El Club Jambè nació de la iniciativa de sus entrenadoras, quienes tras trabajar en otros clubes decidieron apostar por su propio método y filosofía de enseñanza. "Queríamos formar un club que se adaptara a nuestras ideas y permitiera a las gimnastas desarrollarse a su ritmo", explican Martiño y García. Actualmente, entrenan a unas 90 niñas, con programas que abarcan desde la iniciación hasta la alta competición.
Aprendizaje y competición: dos caminos en la gimnasia rítmica
El club está dividido en tres niveles: escuela, preclub y club de competición. La escuela está enfocada en la iniciación deportiva, con entrenamientos de una o dos horas semanales. El preclub acoge a niñas que comienzan a participar en competiciones, mientras que el grupo de club entrena a diario y compite en torneos autonómicos y nacionales.
"Tenemos gimnastas de todas las edades. Algunas comienzan a los tres años, otras a los diez, pero lo importante es la motivación y el esfuerzo", comentan las entrenadoras. Aunque se recomienda empezar en edades tempranas, aseguran que el talento y la dedicación son determinantes para alcanzar el nivel competitivo.
La organización de la temporada y la competición
La gimnasia rítmica exige una planificación minuciosa. Algunas gimnastas comienzan su preparación a finales de agosto debido a competiciones clave en septiembre y octubre, mientras que otras tienen su primera competición en abril.
En cuanto a las modalidades, el deporte cuenta con cuatro aparatos oficiales: cuerda, aro, pelota y cinta. "Cada año, la Federación establece qué aparatos deben trabajar las gimnastas según su categoría", explican. Aunque muchas niñas tienen predilección por la cinta, con el tiempo descubren la dificultad que implica y aprenden a manejar todos los elementos.
Un calendario repleto de retos
El Club Jambè participa en diversas competiciones a lo largo del año, desde exhibiciones locales hasta torneos nacionales. "Para todas las niñas organizamos dos exhibiciones al año, en Navidad y en junio. Además, participamos en una Liga amistosa en la que pueden participar todas las niñas y luego tenemos todas las competiciones de la Federación Madrileña", explican. Los fines de semana son de intensa actividad, con competiciones en distintos puntos de España.
Un deporte de precisión y arte
La evaluación en gimnasia rítmica es compleja y se basa en cuatro criterios: dificultad corporal, dificultad de aparato, ejecución y parte artística. "La parte artística es la más subjetiva y a veces genera polémica", reconocen las entrenadoras. Sin embargo, el objetivo principal es que las gimnastas disfruten y se sientan satisfechas con su desempeño.
Uno de los aspectos fundamentales es la música. La elección se realiza en conjunto con las gimnastas, considerando su estilo y capacidad interpretativa. "No todas las niñas encajan con el mismo tipo de música. Algunas destacan con piezas elegantes, otras con ritmos más enérgicos", detallan.
Las entrenadoras explican que, aunque las niñas suelen elegir la música según sus gustos, ellas seleccionan las canciones que mejor se adapten a los ejercicios. A veces, las gimnastas se dan cuenta de que hubieran obtenido mejores resultados con una elección diferente. Comentan que las más pequeñas suelen estar influenciadas por tendencias como el reguetón y TikTok, lo que dificulta introducir otros estilos musicales.
Un deporte con numerosos beneficios
Alba Martiño y Andrea García estacan los beneficios de la gimnasia rítmica, no solo a nivel físico, sino también en disciplina, organización y desarrollo social. Resaltan el fuerte vínculo que se crea entre las gimnastas, especialmente en los grupos de competición, donde entrenan juntas la mayor parte de la semana. Aunque podría haber rivalidad, explican que hay un ambiente de compañerismo, incluso con otros clubes de Madrid.
Sobre la inscripción, indican que los padres pueden contactar con ellas a través de redes sociales, correo electrónico o directamente en el centro. Ofrecen una clase de prueba antes de la inscripción para asegurarse de que las niñas realmente disfruten la actividad. Los entrenamientos se organizan por edades y niveles, con horarios diferenciados.
Una pasión que crece
La gimnasia rítmica es un deporte que combina fuerza, flexibilidad y expresión artística. En Cubas de la Sagra, el Club de Rítmica Jambè sigue formando a futuras gimnastas con dedicación y pasión. "Nuestro mayor logro es ver a las niñas disfrutar y superarse día a día", concluyen sus entrenadoras.
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