De la nieve a la playa, en una hora
Si prefieres un turismo más alternativo al cultural, no te preocupes, que Granada también te lo ofrece. Desde la Sierra Nevada hasta la Costa Tropical podrás disfrutar tanto de nieve como de playa, ríos o montañas. Naturaleza en estado puro. Desde SoyDe te aconsejamos cinco rincones y rutas aún muy desconocidas.
Noche a más de 3.000 metros
Si buscas un cielo con más estrellas que oscuridad, te recomendamos subir al pico de el Mulhacén -el más alto de la península- y hacer noche en el refugio de la Caldera. Abrígate y llévate bañador para darte un chapuzón muy refrescante al día siguiente en su laguna natural, y ten cuidado con tu comida, que hay mucho zorro suelto.
El circuito de Granada
Las Alpujarras, es el lugar idóneo para desconectar. A caballo entre Sierra Nevada y la Costa Tropical, la gastronomía de montaña con el plato Alpujarreño como joya de la corona te servirá para coger fuerzas tras realizar la preciosa ruta circular que une los pueblos blancos de Pampaneria, Bubión y Capileira.
Báñate en aguas turquesas
Aún muy desconocido, Río Verde es la mejor opción para refrescarte. Un lugar de aguas turquesas y temperaturas suaves dónde podrás hacer barranquismo y saltar desde quince metros al agua. Para llegar deberás recorrer la carretera de la cabra, que antiguamente unía a Málaga con Granada.
Calas de la Costa Tropical
Pese a que las playas de Granada tienen fama de ser de piedra -debido a la cercanía de la sierra con la costa-, también hay calas de arena. Te recomendamos algunas mágicas y muy poco conocidas como Galera, La Rijana o Calabajío. El buceo en sus aguas o la riqueza paisajística debido a su microclima - de ahí el nombre de Tropical- hará que te enamores de su costa.
Atardecer en el Sacromonte
Visita obligada es ver el atardecer en Granada. “Dale limosna, mujer, que no hay en la vida nada, como la pena de ser, ciego en Granada” dice el refrán nazarí más popular, y es que razón no le falta. Desde la terraza de El Camborio, en pleno corazón del Sacromonte, podrás disfrutar de una de las vistas más privilegiadas del mundo.