Sales a la calle en una sofocante tarde de verano porque tienes que ir a algún sitio y te encuentras una cría de vencejo… ¿y ahora?, ¿qué haces? Antes de nada, debemos contactar con un Centro de Recuperación para que, si es posible, sean cuidados por profesionales. Si bien, en verano se encuentran saturados y son miles los polluelos que o caen a la vía por diversas causas o directamente saltan del nido antes de tiempo para evitar asfixiarse de calor.
Si los centros de recuperación o los agentes forestales con los que podemos contactar al 112 no pueden hacerse cargo de la cría de vencejo, nos tocará criarlo a mano. Cabe recordar que los que vencejos y golondrinas son especies protegidas. Esto quiere decir que hacerles daño a ellas, a sus puestas, a sus crías, o a sus nidos es un delito que conlleva multas que van desde 5.001 a 200.000 euros.
La cría a mano puede ser un poco tediosa si el animal no se encuentra bien o no abre la boca para pedir comida, si bien tiene ventajas respecto a otros animales salvajes, y es que apenas sufren de impronta hacia los humanos, y una vez echen el vuelo no volverán.
Principales cuidados del vencejo
Un referente en el cuidado de aves y otros animales es GREFA, desde donde exponen la mejor forma de sacar adelante a los vencejos.
Su principal consejo es llevarlo a un especialista para que evalúe el estado del ave y descarte daños severos, una vez hecho esto o si no hemos encontrado a nadie tendremos que buscarle un lugar e hidratarle:
- Para hidratar al vencejo aplicaremos unas gotas de agua con azúcar o de fluido isotónico en la comisura del pico. Nunca introducirlo en el pico porque podría pasar al aparato respiratorio, causándole la muerte.
- Un lugar seguro: lo podremos mantener en una caja de cartón en un lugar tranquilo, cálido y oscuro. Nunca al sol directo y nada de jaulas. Mantendremos la caja tapada y limpia de excrementos, cambiando el fondo con papel de cocina, por ejemplo.
El sofocante calor provoca que miles de polluelos salten del nido antes de tiempo durante el verano
Alimentación del vencejo
La dieta de los vencejos está única y exclusivamente basada en insectos, al igual que las golondrinas y aviones. Para alimentarles podremos adquirir en las tiendas de mascotas tenebrios, grillos rubios y gusanos de miel (de estos no más de dos al día).
Si el polluelo no tiene plumaje, la frecuencia de las tomas será cada 30 minutos durante el día, por la noche no lo alimentaremos. Iremos aumentando el espacio entre tomas hasta llegar a un intervalo de tres horas entre cada toma, de diez a quince insectos cada una. *Como comentan desde GREFA, si hemos encontrado al pollo débil y sin fuerza, se debe empezar a alimentarlo muy lentamente e hidratarlo frecuentemente.
Para el método de alimentación, GREFA también nos lo explica: “Los insectos se dan directamente con pinzas redondeadas, introduciéndolos en el pico o en la parte posterior de la garganta. Esta tarea será más fácil si el pollo abre el pico pidiendo la comida, pero si no es así debes abrírselo con mucho cuidado y meterle la comida. Ayúdale a tragar humedeciendo un poco más la comida. Si das agua al polluelo, hazlo siempre poniendo una gota en la comisura del pico, y él la tomará”.
Suelta del vencejo
Si su plumaje está totalmente desarrollado y vemos que hace flexiones apoyado en las alas, y levantando cola y cabeza, nuestro vencejo se está preparando para echar el vuelo. Puede que incluso deje de comer para sentirse más ligero.
Para la suelta, elegiremos un día cálido a primera hora de la mañana y con un suelo blando por si no consigue volar. Para motivarle a echar el vuelo no lo lanzaremos, sino que lo elevaremos con la mano ejerciendo un suave impulso y si se siente preparado volará y se irá para siempre.
Desde GREFA nos aconsejan que “si se cae tras dos intentos fallidos, puedes volver a intentarlo pasados unos días o llevarlo a un Centro de Recuperación. Si se aferra a la mano o se mueve hacia atrás, es que siente que aún no está preparado, así que vuelve a casa y espera unos días.”