La alerta de Sanidad ante el peligro de chupar la cabeza del marisco por su exposición al cadmio, ha provocado ampollas entre pescadores y marisqueros, hasta tal punto que en la “lonja gaditana de Sanlúcar de Barrameda no se habla de otra cosa” comunica NIUS.

En estas fechas en las que el consumo de marisco se dispara, las familias que viven de ello se encuentran muy disgustadas con la noticia, pese a que el precio de gambas y langostinos aún no se ha visto afectado.

Según cuenta a NIUS José Carlos Macías, técnico de la cofradía de pescadores de Sanlúcar, “los niveles de cadmio están dentro de los límites permitidos”. “En los análisis semestrales de noviembre, obtuvimos un 0’180 cuando el máximo permitido es 0’5”, añade el técnico. A esta garantía sanitaria, se suma la trazabilidad, “cada caja que sale de la lonja lleva una etiqueta, reglada según la normativa europea, con toda la información necesaria sobre su procedencia” asegura Macías.