Irene Guerrero
@Irenegmayo
La Navidad es la época mágica del año por excelencia. Las estampas de cuento cobran vida en las capitales europeas. Nieve, luces y el olor a dulce impregnan las calles, haciendo las delicias de vecinos y visitantes. Si tenemos ocasión, no podemos dejar de visitar algunos de los mercadillos navideños más populares del Viejo Continente. Alemania, Austria, Praga y Suiza acumulan las mejores reseñas de los viajeros.
La histórica Núremberg
Si hablamos de mercadillos navideños, Alemania no tiene rival. La ciudad germana de Núremberg acoge uno de los más antiguos de Europa. Su arquitectura medieval se disfraza con luces y ornamentos entre las que es fácil perderse. La Rathausplatz acoge pequeños puestos que ofrecen productos internacionales, muy cerca del Mercado de Navidad (Christkindleesmarkt). Situado en el casco antiguo, nos sumergimos en los aromas especiados que desprende el pan de jengibre, el vino caliente y salchichas a la parrilla.
Una apuesta que se completa con el mercado dedicado a los más pequeños donde encontramos un carrusel con renos y el trineo de Santa Claus.
Magia en Viena
El olor a almendras y miel envuelven el tradicional árbol de corazones y el carrousel de Viena. Tradición y novedad se entremezclan en el caso antiguo de la ciudad que este año presenta una novedad: gnomos. Estos pequeños seres darán la bienvenida a los visitantes en una pequeña casa, mientras que los más pequeños podrán disfrutar del teatro de títeres. Los vieneses se esfuerzan por convertir en realidad la magia propia de la Navidad. Tan sólo hay que dejarse caer por la Plaza del Ayuntamiento o el Palacio de Schonbrunn. Para quienes deseen un ambiente algo más tranquilo, pueden pasear por el barrio de Spittelberg o el mercado navideño en Karlsplatz.
El lujo de Zürich
La ciudad financiera por excelencia, disimula durante unas pocas semanas al año su apariencia más seria y deja brotar la fantasía. El mercado más popular es el que se instala cada año en el hall de la Estación Central, coronado con un árbol de 15 metros de Swarovski. La multitud de casetas que copan el recibidor, le han servido para alzarse con el título del mercado cubierto más grande de Europa. En él podremos comprar preciosos adornos para el árbol, regalos de lo más originales y disfrutar de deliciosas apuestas gastronómicas como las `cervelas´. Saliendo de la estación de tren, nos encontramos con el popular Singing Christmas Tree, un árbol navideño compuesto por un coro de niños.
Artesanía en Praga
La capital checa se viste de gala pero sin caer en la extravagancia. La artesanía conquista los dos principales mercados de la ciudad, situados en la Plaza de la Ciudad Vieja y en la Plaza de Wencesalao.
Las casetas de madera instaladas dispensan algunas especialidades gastronómicas del país, mientras podemos disfrutar del gigantesco árbol ornamentado con luces. Los coros de canto tradicional local ponen la banda sonora a unas navidades de ensueño.
Disfruta de estos fantásticos viajes con sabor a Navidad.