El verano ya se ha instalado en los termómetros, en el armario y, cómo no, en las redes sociales. La publicidad y los perfiles que quieren ayudarnos a lucir un cuerpo perfecto en bikini se pasean por nuestras pantallas para animarnos a deshacernos de esos kilitos que hemos estado cubriendo bajo los jerséis a base de dietas exprés y, cada vez más, de tratamientos estéticos que, sin cirugía, prometen ponernos a punto para la época estival.

Entre esta marea de mensajes, de vez en cuando se cuela alguna estría, algún pelo o alguna figura menos esbelta (o menos retocada digitalmente) en bañador, pero la realidad es que aún queda mucho camino por recorrer para deconstruir el ideal estético que se nos enseña a anhelar durante todo el año, pero con más intensidad, si cabe, en verano.