Aunque el nórdico todavía lo tenemos guardado en el armario, estamos oficialmente en otoño. Una estación que durará hasta el 21 de diciembre y que ya está cambiando el color de las fruterías y verdulerías con sus alimentos de temporada. Os recordamos los alimentos que se vienen arriba en esta estación con este menú (como las setas, la granada y la manzana) y, por lo tanto, estarán más buenos, bonitos y baratos en el mercado.
ENTRANTE: Pasta con alcachofas y pesto de nueces
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Sí, lo sabemos. Pasta y alcachofas en la misma frase (es más, en el mismo plato) es posible. Este plato funciona bien con cualquier pasta de tipo tubular (macarrones, rigatoni o penne). Y, aunque no conlleva mucha dificultad, toma nota y no te dejes ningún paso:
- Prepara un bol con agua para ir echando las alcachofas, según las vayamos pelando. Importante: elimina las hojas exteriores hasta que se vea amarilla, pela el tallo y córtale el extremo. Después, corta la punta dura de las alcachofas, divídelas en cuatro porciones y, a continuación, en dos.
- Saltea las alcachofas en una sartén grande con un poco de aceite de oliva y una pizca de sal a fuego medio-fuerte unos 5 minutos. Añadir un vaso de agua, bajar el fuego a medio y cocer unos 8 minutos tapadas y otro tanto destapadas, hasta que el líquido haya casi desaparecido y estén tiernas.
- Pon a calentar agua abundante con sal en una cazuela grande.
- Pelar y cortar el diente de ajo transversalmente. Retirarle el germen (que es lo que luego repite). Tritúralo en un robot de cocina o con la batidora. Añade la albahaca y vuelve a triturarlo un poco. Incorpora las nueces y tritúralas, pero no en exceso (no debe quedar una pasta homogénea, sino con granos).
- Ralla el queso y júntalo bien con la mezcla. Terminar incorporando aceite de oliva, poco a poco, mientras se va mezclando, hasta que quede una textura cremosa.
- Cuece la pasta el tiempo que indique el paquete. Reservar un cazo (unos 50 ml.) de agua de la cocción y escurrir toda la pasta. Ponla, de nuevo, en la cazuela, añade el agua, ocho cucharadas de pesto y las alcachofas y remover bien para que los sabores se mezclen.
- Servir con más pesto aparte para que se ponga el que quiera.
PLATO PRINCIPAL: Ternera estofada con vino y setas
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Aunque muchos de los alimentos de esta temporada no nos llamen especialmente la atención, no nos podemos olvidar que otoño es el mes, por excelencia, de las setas. Una bendición para nuestros paladares ya que resultan deliciosas cuando actúan en solitario pero dan giros espectaculares a cualquier plato. De hecho, en el caso de los estofados, las setas potencian el sabor de la carne. Pero, eso sí, ármate de paxciencia que el guiso (para que sea suave) tiene que ser lento:
- Pon a marinar la carne en un tupper con el vino, el orégano y un poco de sal la noche anterior y dejarla en la nevera (no es imprescindible, pero le da un punto).
- Pica la cebolla y pon harina en un plato hondo. Escurre muy bien la carne y sécala un poco con papel de cocina, reservando la marinada de vino, en el mismo tupper en el que está.
- Pon a calentar a fuego medio un chorrito de aceite de oliva en una olla grande. Pasa la carne por la harina y dórala en diferentes tandas. Una vez doradas, resérvalas en un plato.
- En la misma olla, rehoga la cebolla unos 25 minutos a fuego suave. Pica fino uno de los dientes de ajo e incorporarlo. Rehoga esta mezcla entre 5 y 10 minutos más, hasta que la cebolla esté muy blanda, con cuidado de que el ajo no se queme.
- Moja el ajo y la cebolla con el vino con orégano y el caldo, suma la carne y cuece todo, tapado, a fuego muy lento de una hora a hora y media, hasta que la carne esté tierna (esta fase se puede acelerar en la olla a presión, ajustando el tiempo según las instrucciones del fabricante). Lo mas importante: ve vigilándolo para que el guiso no se quede corto de líquido: si ocurre, añade más caldo o agua.
- Pica muy fino otro diente de ajo. Lava, pica en grueso y unta las setas con un poco de aceite. Saltéalas en una sartén a fuego medio fuerte. Cuando ya hayan perdido el líquido y empiecen a dorarse, añadir el ajo picado y el tomillo. Saltea uno o dos minutos más e incorporarlo todo al estofado.
- Es el momento de cocer suave y destapado unos 5-10 minutos más para que se junten los sabores. Si la salsa está muy líquida, redúcela a fuego vivo pero no esté demasiado espesa, y volver a juntarlo todo.
- Corrige la mezcla de sal, tapa y deja que repose como mínimo una hora (está mejor de un día para otro). Servir caliente con arroz blanco, patatas al vapor o fritas en cubitos.
POSTRE: Granadas o manzanas
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Menos mal que su sabor supera con creces el horroroso acto de pelarla. La granada funciona perfectamente tanto en platos dulces como en platos salados y, como postre, no hace falta que os recordemos lo ricas que están con un yogur y frutos secos garrapiñados. Si eres de los que no se complica en temas culinarios, échale un chorrito de zumo de naranja o cómetela al natural para disfrutar de la explosión de esta fruta en tu boca.
¡Qué aproveche!