¿Cuántas muertes se ha cobrado el Covid-19 en la Comunidad de Madrid? ¿Y en España? ¿Hay capacidad asistencial para enfrentar una segunda ola? Lo cierto es que no conocemos la verdad tras estas preguntas. Las instituciones nos han ofrecido datos enfrentados entre sí y, en ocasiones, hemos recibido el silencio como respuesta o explicaciones que no encajan con la realidad que observamos a diario.
Pero, la pandemia no es el único asunto al que nos enfrentamos con una venda en los ojos. Quizás, los políticos quieran mantenernos ciegos y aprovechar ese desconocimiento para ocultar las carencias de su gestión.
‘Okupados’ para escuchar
Esto es lo que nos hace pensar el oscurantismo que hemos encontrado al tratar de descubrir la realidad sobre las ocupaciones ilegales en Fuenlabrada. La Policía Local dice no estar autorizada para ofrecer datos acerca de las denuncias que se interponen por ocupaciones. Por otro lado, la Policía Nacional tampoco lo está para dar información estadística. Desde el Ministerio del Interior garantizan que no cuentan con un desglose por municipios.
Mientras tanto, nuestro alcalde, Javier Ayala, sigue ‘okupado’ recorriendo las televisiones para hablar sobre si los criterios del Ejecutivo de Díaz Ayuso para aplicar las restricciones de movilidad son peores o mejores que los del Gobierno central. Y sobre este tema, también importante, no nos ofrece respuestas claras ni concisas. ¿Cómo puede ser que el ayuntamiento no sepa cuántas viviendas ocupadas tiene su ciudad? ¿Es creíble?
Nos gustaría saber si la ocupación es realmente un problema en nuestra ciudad. ¿Quién ofrece respuestas a estos vecinos?
Pero, salimos a la calle y...
En medio del silencio, vemos cómo cada vez hay más naves y viviendas ocupadas. Es más, los vecinos de algunas zonas observan cómo, de un día para otro, “la terraza de un piso que lleva años vacío está ahora abierta”. Incertidumbre es lo que sienten quienes viven en el bloque de enfrente, próximo a la zona centro, que temen volver a enfrentarse al mal trago que pasaron hace un par de años en su propia comunidad. “Un señor había comprado uno de los pisos del tercero y, el día que se mudaba, nos sorprendimos porque allí ya vivía gente desde hacía días. Lo habían ocupado”, cuenta M.S.G. La Policía no pudo hacer nada y el propietario “tuvo que pagar 3.000 euros para que se fueran, después de meses”.
Algo parecido está ocurriendo, ahora mismo, en la Plaza Pontevedra. Una comunidad de El Naranjo se enfrenta, desde hace más de cinco años, a la ocupación de un piso “que está enganchado a los contadores comunitarios provocando riesgo de incendio”. A pesar de haber denunciado, la vecindad sigue soportando sus “peleas frecuentes” mientras espera “que alguien tome cartas en el asunto”.
Esta cara de la ciudad también forma parte de la realidad de Fuenlabrada. De hecho, según ha podido saber Soyde. de fuentes de la Consejería de Vivienda y Administración Local, a día de hoy, se cuenta con 78 viviendas sociales de la Comunidad de Madrid ocupadas. A partir de este dato, podemos hacer la extrapolación y, sumando las viviendas vacías y las naves industriales ocupadas, podrían rondar los 300 inmuebles.
A los que ya somos mayores de edad y no necesitamos tutelas nos gustaría saber si la ocupación es realmente un problema en nuestra ciudad. ¿Quién ofrece respuestas a estos vecinos?