Cierra tus ojos, piensa en eso que siempre has deseado y, ahora, pídeselo a esa bella estrella fugaz que hipnotiza tu mirada…
Las ‘lluvias de estrellas’ siempre sorprenden y fascinan a pequeños y mayores, levanta nuestras imaginaciones a algo mágico, casi imposible, haciéndonos creer que esa estela blanca puede traernos aquello que deseemos.
Las Perseidas o ‘lágrimas de San Lorenzo’ llegan anualmente a nuestro planeta para iluminar y embellecer las noches de verano, concretamente las noches cercanas a la festividad de San Lorenzo. Y tú… ¿Conoces la historia de las ‘lágrimas de San Lorenzo’?
Las lluvias de estrellas tienen lugar durante todo el año, aunque las más conocidas son las Perseidas / Imagen: alexilena
Un mito muy famoso
Cuenta la leyenda de las ‘lágrimas de San Lorenzo’ que, cuando el mundo vivía aún su año 258 d.C., San Lorenzo sufrió un auténtico calvario, siendo quemado en una parrilla de hoguera; una muerte lenta y dolorosa a manos de sus captores, los romanos. La leyenda rememora que, cada año, el santo llora al recordad el día en el que se le dio muerte, el 10 de agosto, y eso provoca una preciosa ‘lluvia de estrellas’; siendo estas, las lágrimas del santo que caen a nuestro mundo desde el cielo por tal tortura.
Esta tradición se recuerda anualmente, coincidiendo con la visita del cometa Swift-Tuttle a nuestra atmosfera, visita que crea el espectáculo astronómico más conocido del año, las Perseidas o ‘lágrimas de San Lorenzo’.
Las lágrimas de ese cruel martirio han pasado a la historia y son las que dan nombre precisamente a la lluvia de estrellas más popular del verano: las Perseidas. Pero, no es la única leyenda que rodea a este bello fenómeno, la cultura griega también dedico numerosos papiros para explicar esta maravillosa tormenta dorada.
Por su parte, la mitología griega apunta a otro origen de las Perseidas, por el que tomarían este nombre. Danae, hija del rey de Argos, se encontraba encerrada en una torre por miedo a que esta quedara embarazada y diera a luz a un varón que destronase al rey de Argos. Zeus, en su ‘afán’ amatorio con las mortales, bajo al mundo gracias a una tormenta dorada y así pudo fecundar a la joven Danae, quien acabaría dando a luz al semidiós Perseo. Zeus convertiría a su hijo en constelación y este recordaría cada año el modo en el que fue engendrado, lanzando una lluvia de destellos dorados que llegarían a La Tierra.
Imagen: ArteHistoria.com
Dónde y cómo ver las Perseidas
El mayor flujo de caída de estrellas fugaces tendrá lugar en la noche del viernes 12 de agosto al sábado 13. Una noche en la que podremos contemplar la lluvia de estrellas más llamativa de lo que recordamos, ya que según los científicos será cinco veces más intensa, especialmente a partir de la medianoche.
Pero, y pese a que este año vayamos a vivir un ‘gran llanto’ de San Lorenzo, no todos los lugares son aptos para vivir la lluvia de meteoros como es debido. Un lugar alejado de la civilización, oscuro y, preferiblemente, con un cielo despejado de edificios o naturaleza será el lugar idóneo para que vivas las Perseidas 2016 de la mejor manera posible.
En Fuenlabrada, las zonas verdes que rodean nuestra ciudad pueden servirnos perfectamente para ver la lluvia de estrellas, un lugar apartado de la contaminación lumínica de la ciudad y que aparte de ser un lugar apto para observar el cielo, puede brindarnos un buen “paseo” nocturno. Desplazarnos hasta el Lago de Loranca, caminar hasta el Parque del Olivar o visitar los terrenos del futuro Recinto Ferial de La Pollina son la mejor opción.
Pero, por si acaso no puedes dedicarle unos minutos a ese paseo nocturno con el que observar el mágico cielo durante las Perseidas, la iniciativa STARS4ALL te trae la lluvia de estrellas en directo a través de su página web, y desde uno de los cielos más despejados y aptos para contemplar tales espectáculos, los cielos del archipielago canario, uno de los cielos más limpios del planeta (haga click en la siguiente imagen).
Y ahora, no te queda excusa para no vivir esta preciosa lluvia de estrellas, sal y disfruta del cielo nocturno veraniego en un refrescante paseo de fin de semana; o, simplemente, asómate a la ventana -o a la ventana del ordenador- para intentar "cazar" tu 'estrella fugaz'.
¡Ah, y no te olvides de pedir tu deseo!