¿Sabéis qué? Llega el verano y con él, una de nuestras mayores preocupaciones: ¿cómo nos protegemos del sol? Uno de los principales problemas en la piel está causado por la exposición excesiva al sol, provocando problemas cutáneos serios. La piel tiene memoria, y es posible que al principio no aparezca ningún síntoma. Sin embargo, en un futuro, puede pasar factura.
Consejos básicos para grandes y pequeños
Debemos estar atentos continuamente a nuestra piel. Las manchas pueden ser los síntomas principales (rosáceas, rojizas o sangrantes) e incluso pueden brotar lunares y en un futuro convertirse en melanoma (cáncer de piel). Pero tranquilos. Hay muchas maneras de proteger nuestra piel de los efectos del verano: evita la exposición al sol en horas centrales del día; utiliza cremas con el factor adecuado para cada piel, deja que la crema actúe durante 30 minutos antes de tomar el sol; usa gorras y sombreros, camisas y pantalones largos al aire libre; usa gafas de sol homologadas; evita las terapias bronceadoras (rayos UVA); y sobre todo, prohibidos los aceites bronceadores.
Y no te olvides de los más pequeños de la casa. Ellos necesitan el doble de atención y el doble de protección. Su piel es mucho más sensible y debe estar más cuidada. Por suerte, las mamás y los papás siempre están en guardia -y con el bote de crema preparado- para cuando el peque no está lo suficientemente embadurnado, ir a atacar.
Hay muchas cremas en el mercado indicadas exclusivamente para niños que ayudan a cuidar su piel de una forma más directa. Aún así, evita la exposición al sol si tienen menos de seis meses; si tienen pecas o piel muy blanca, son más propensos a las quemaduras. Al igual que los mayores, cuida de ellos con gorritos y camisetas que cubran los brazos, e intenta que no se expongan directamente al sol.
Existen 9´7 casos por cada 10.000 personas con incidencias por melanoma en España
Se debe evitar la exposición al sol en las horas de máxima radiación / Imagen: shutterstock - altanaka
El bronceado no es salud
Lucir una piel morena en verano es prácticamente inevitable. Aún así, esto no quiere decir que no debamos cuidar al máximo nuestra piel.
Estudios recientes demuestran que los casos de cáncer de piel han aumentado en los últimos años. ¿Por qué? Cuestión de moda. Nos limitamos a cuidar nuestra apariencia, pasando por alto los grandes riegos que nos puede acarrear broncear en exceso nuestra piel.
El sol puede ser nuestro peor enemigo, pero si estamos atentos y seguimos las indicaciones de médicos y dermatólogos, podremos disfrutar de un verano de bronceado natural y sano, con una piel bonita y cuidada. ¿Ya lo tienes todo?
¡No olvides coger tu bote de crema y tus gafas de sol!