Tras el tanto inicial de los visitantes y la expulsión por doble amarilla de Pathe Ciss, el partido no se podía poner más cuesta arriba para los nuestros. Pero lograron sobreponerse. Diéguez, tras la salida de un córner, ponía el empate ya en la segunda mitad. Una igualada que duraría poco, ya que Rubén Pulido, en el 87, pondría el 1 a 2 en una jugada embarullada.

Y ahí sería, justo, cuando el Fuenlabrada tiraría de orgullo y garra. Un disparo increíble de Cristóbal Márquez era repelido por el larguero de la portería del Oviedo, una situación que aprovechaba Borja Garcés para poner el empate con un gran remate de cabeza. Punto de oro para un Fuenla que sigue sumando.