La facultativa del Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital Universitario de Fuenlabrada, Montserrat Molina Guerrero, ha participado en la elaboración de esta guía para el tratamiento de rehabilitación que requieren los pacientes críticos afectados por el COVID-19.
Los servicios de Rehabilitación tenemos un trabajo muy intenso con estos pacientes a corto y largo plazo para prevenir las posibles secuelas finales que puedan sobrevenir por esta pandemia
Según comunica el Hospital Universitario de Fuenlabrada, desde el punto de vista de los especialistas de Medicina Física y Rehabilitación y los facultativos de Medicina Intensiva es esencial que, una vez estables los pacientes, se promueva la respiración espontánea y la recuperación funcional de forma precoz.
El COVID-19 ha dejado consecuencias físicas a corto y largo plazo en los pacientes de este estudio. El término dado para estas consecuencias es síndrome post-UCI debido a “las consecuencias respiratorias y neuromusculares que padecen las personas ingresadas en UCI durante un periodo de tiempo extenso”. Así pues, los pacientes sufren una importante pérdida muscular y déficits de funcionalidad que afectan a su calidad de vida.
A consecuencia de estos efectos, se ha elaborado esta guía que “subraya la importancia del tratamiento de rehabilitación de los pacientes COVID-19 desde su ingreso en la UCI hasta después de su alta hospitalaria para recuperar las capacidades perdidas, así como su autonomía previa a la enfermedad”.
La facultativa, Molina Guerrero, explicó en su intervención en la sesión clínica Medicina física y rehabilitación hoy y ¿mañana? para los pacientes COVID-19 organizada por la Real Academia Nacional de Medicina (RANM) que: “Los servicios de Rehabilitación tenemos un trabajo muy intenso con estos pacientes a corto y largo plazo para prevenir las posibles secuelas finales que puedan sobrevenir por esta pandemia”.
Durante la sesión, el jefe del Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital Universitario de Fuenlabrada y académico correspondiente de la RANM, Juan Carlos Miangolarra Page, abordó las consecuencias tardías de la enfermedad y “el trabajo a largo plazo que deberán desempeñar los servicios de Medicina Física y Rehabilitación en este ámbito”.
Además, destacó varias consecuencias de la COVID-19 que necesitarían de un tratamiento de rehabilitación para los pacientes entre las que destaca la astenia, la fatiga, el malestar general, la cefalea, las mialgias, la pérdida del gusto y el olfato, la disfagia severa, la parálisis facial y las alteraciones neurocognitivas, entre otras.