El Partido Popular ha ganado las elecciones generales de 2016 con el 32,99% de los votos y 137 escaños siendo el único partido que ha mejorado sus resultados respecto al 20D (28,72% y 123 escaños). Un éxito electoral pendiente de confirmarse políticamente, porque estos números son aún insuficientes para garantizar a su candidato, Mariano Rajoy, que seguirá en la Moncloa, abocado de nuevo a pactos o consentimientos que no parecen fáciles de conseguir.
Sin embargo, la posición del PP, con 14 escaños más, es netamente mejor para afrontar las negociaciones que conduzcan a una investidura que evite las que serían las terceras elecciones. Puede decir que ha cosechado uno de cada tres votos emitidos este 26J, 7,74 millones de votos, 500.000 más que en las elecciones del 20D, con lo que el PP aumenta su ventaja sobre sus rivales políticos.
Sánchez aguanta el sorpasso
El PSOE ha sido la segunda fuerza en el espectro político español. Los resultados de este 26J han ahorrado un mal trago al líder socialista Pedro Sánchez, al mantener el PSOE como el segundo partido político con más votos y más escaños (85) en el Congreso de los Diputados (con casi el 100% de los votos escrutados). Pierde cinco. Pero Unidos Podemos se queda en 71, lejos de los 80-90 que le auguraban los sondeos.
La formación naranja de Albert Rivera, por su parte, ha caído estrepitosamente en su intento de recuperar el centro político español. Ciudadanos ha perdido 8 escaños -pasando de 40 a 32- y perdiendo más de 500.000 votos.
Un mapa electoral más azul
Mariano Rajoy se reivindicaba, así, como el líder con más apoyos de los españoles para poder gobernar, después de ganar en todas las comunidades, excepto Cataluña y País Vasco, donde Unidos Podemos ha sido la primera fuerza A diferencia de lo ocurrido en diciembre, el PP se ha convertido en la primera fuerza en Andalucía y Extremadura, ganando en ambas al PSOE en votos y escaños, y optimizando en ambas un realineamiento de votos menos numeroso que el de sus rivales.
Aunque los resultados arrojan una victoria amplia por parte del PP, lo cierto es que Rajoy necesita apoyos y pactos si quiere ser investido presidente. Una tarea que no resultará fácil. El cronómetro ha empezado su cuenta atrás.