A la carrera, y como si del rodaje de una película de acción se tratase. Nuestra ciudad se vio inmersa en lo que parecía una escena de robo a mano armada con especialistas, solo que los protagonistas del encuentro no eran actores, sino un atracador y un policía nacional reales. Fuenlabrada vivió, durante la tarde-noche de ayer, un intento de robo a mano armada. Testigos del momento nos han relatado cómo fueron aquellos minutos de tensión.
Una persecución al límite
Los hechos ocurrieron en el supermercado Condis de Fuenlabrada, situado en la Calle de Extremadura, 3 . Aproximadamente a las 20:50 horas, un individuo enmascarado, con una capucha, una gorra y una braga entra en el comercio portando una pistola y encañona a la cajera. El atracador la insta a meter la recaudación en una mochila que el mismo le entrega, mientras los clientes siguen en el interior del local. Uno de esos clientes era un agente de la Policía Nacional de Fuenlabrada , que en el momento del suceso realizaba sus compras e iba de paisano. Según testigos presenciales, el agente no dudó, y al ver el arma del atracador, que aún apuntaba a la cajera -y sin poder distinguir si era un arma real o de fogueo- sacó su propia arma reglamentaria, encañonándole también mientras le daba el alto. El agente, protegido por una columna, y apuntando al individuo, continuó dándole el alto, protagonizando ambos uno de los primeros momentos de tensión que se vivirían durante la tarde.
Momentos tensos pero con final feliz
Los momentos más tensos
El atracador encañonó al agente a pocos metros, sin mostrar ningún signo de querer rendirse, mientras este también le apuntaba y trataba de disuadirle de sus acciones. “Tira el arma, podemos arreglarlo, tira el arma”, decía el agente, según los testigos, que mientras presenciaban la escena llamaron también a la policía. No obstante, el ladrón no se planteaba cejar en su empeño. “O me matas o no vas a poder pararme”, le espetó. El fugitivo retrocedió varios pasos durante el enfrentamiento y tropezó con la acera. Momento en el que el agente se abalanzó sobre él para desarmarle y tratar de detenerle. Después de varios minutos de forcejeo, el agente consiguió arrebatarle la pistola. En ese momento, el ladrón sacó un cuchillo de grandes dimensiones, de unos 25 cm, y apuñaló al agente en la parte trasera del muslo, cerca del glúteo, provocándole una importante herida. La pelea continuó, hasta que, finalmente consiguió desarmarle por completo, sufriendo otra nueva herida en la mano al intentar arrebatarle el cuchillo. El agente consiguió reducir al atracador en solitario, y lo retuvo inmovilizado hasta que llegaron sus compañeros, avisados por los testigos.
Afortunadamente, con final feliz
Una vez detenido, el ladrón fue atendido por una ambulancia para comprobar su estado, y posteriormente trasladado a las dependencias de Fuenlabrada. El mismo, según fuentes no oficiales, contaba con antecedentes penales, aunque no se han especificado sus cargos anteriores. El agente involucrado en la persecución fue trasladado también al Hospital de Fuenlabrada, donde sería atendido por los diferentes cortes y magulladuras, así como de la herida de 3 cm de profundidad que presentaba en la parte anterior del glúteo.
Un final feliz para una de las tardes más tensas que se han vivido en nuestra ciudad, gracias a un agente que no dudó en poner su vida en peligro para defender la de los vecinos que se encontraban en la zona. Fuenlabrada ya aplaude la acción de este policía, que bien se merece un reconocimiento que esperamos llegue muy pronto.