Este miércoles, ambos equipos, CF Fuenlabrada y Rápido de Bouzas han presentado una petición de medida cautelar, que será evaluada por el Juzgado de Primera Instancia número 3 de Majadahonda. En ella piden que se rectifique la posición de silencio de la RFEF y que el juez decrete la no participación del Fabril en el sorteo del playoff conforme estipula la normativa vigente.
Según el Reglamento de la RFEF, los cuatro primeros clasificados de cada uno de los grupos participarán en la segunda fase de la competición, "salvo que por su condición de filialres o dependientes no pudieran optar nunca al ascenso", lo que haría que ocupara su lugar "el inmediatamente mejor clasificado", una situación en la que se encontraría el filial coruñés. Aún así, en el Depor se defiende la opción de que puede haber algún contratiempo que les permita volver a Primera División y por eso han confirmado que el Fabril va a jugar la fase de ascenso, cosa que podrá complicar o cerrar las puertas de la fase de ascenso a equipos como el Rápido de Bouzas, el Navalcarnero o el Celta B.
El argumento principal de esta petición es el caso del año pasado con el CD Iruña, en el que ocurrió una situación idéntica a la que hoy nos ocupa. La RFEF negó explícitamente la posibilidad de participar en el torneo de ascenso de Tercera División a Segunda División B por ser el segundo filial de Osasuna.
El Fuenla lamenta su silencio
Del mismo modo, se han comunicado por carta a la RFEF en la que han expuesto que el CF Fuenlabrada "lamenta su silencio ante el requerimiento de cuatro clubes de Segunda B y se ha visto obligado a acudir a los tribunales para proteger sus derechos ante un inminente daño irreparable".
Aunque el Fuenlabrada es tercero en el grupo I y el Rápido de Bouzas cuarto, los fuenlabreños ya tienen asegurada una plaza en la fase, pero mejorarían su clasificación final, mientras que los gallegos podrían quedarse fuera de los playoff en función de los resultados de la última jornada.