Hace unos días, la Comunidad de Madrid, por medio de la viceconsejera de Educación, anunció que en el año 2023 los alumnos y alumnas del colegio Yvonne Blake tendrán cuatro nuevas aulas del módulo de Primaria. Es la consecuencia de la presión que han ejercido las familias, junto a partidos políticos y el Ayuntamiento de Fuenlabrada, para que se acelere la terminación del colegio que comenzó a construirse por fases en el año 2018.
Es una medida que rectifica la posición de la Administración regional que hasta hace unas semanas defendía que era imposible tener listas esas aulas de Primaria hasta el curso 2024. Los padres y madres afectados consideran que es una solución a medias.
Lo mismo dice el concejal de Educación del Ayuntamiento de Fuenlabrada, Isidoro Ortega que nos cuenta en Televisión Digital de Madrid la postura que defiende el consistorio. “Gracias a la presión de las familias y al respaldo de las instituciones que hemos estado a su lado hemos conseguido abrir una rendija en el muro que la Comunidad de Madrid había levantado desde varios años atrás, negándose rotundamente a terminar el colegio por completo”, detalla Isidoro.
Pero el concejal socialista añade que “a nosotros nos parece una medida claramente insuficiente porque va a haber una serie de servicios que los alumnos no van a poder tener. Esa solución hubiese sido más razonable para septiembre del 2022 no para el año 2023. Seguimos pensando que en 2023 el colegio tendría que estar íntegramente realizado”.
“Evidentemente cuatro nuevas aulas oxigenan la situación -continúa Isidoro Ortega- pero ¿Qué pasa con la biblioteca, con el gimnasio, con una serie de espacios para desdobles que necesitarían en este momento los niños y las niñas?”.
Esta situación, considera el concejal de Educación es fruto de “la tozudez de la Consejería de no construir el centro de una sola tacada y las familias van a tener que seguir sufriendo esta situación ya que me parece que es una rectificación parcial. Lo suyo hubiera sido hacer resuelto el problema desde el momento en el que se puso encima de la mesa la escolarización de cientos de niños que habían nacido en el barrio”.
El consistorio, incluso propuso adelantar el dinero para la construcción del centro, pero la Comunidad negó esa posibilidad. Ortega cuenta que “se lo planteó el alcalde a la viceconsejera como una solución porque ellos constantemente decían que no eran capaces de construir el centro en menos tiempo. Pusimos como ejemplo la construcción del Salvador Dalí, que la Comunidad lo construyó en cinco meses. Les propusimos un modelo de turnicidad, a tres turnos, para garantizar que el colegio estuviese acabado en tiempo y forma (…) no comprendo porque no lo aceptan.”
El concejal fuenlabreño continúa su relato “ellos tenían previsto el comienzo de las obras para febrero de 2023 y ahora hablan de comenzar en junio, están tomando decisiones irracionales (…) cuando se quiere hacer una cosa hay que poner todos los medios. Pongo el ejemplo del Hospital Zendal que se resolvió en muchísimo menos tiempo, y esto parece que tiene menos interés para la Comunidad”.
El Ayuntamiento está pidiendo ya la construcción de un tercer colegio en el barrio pero avisa que, al paso que va la Comunidad, no "nos tocaría hasta el 2040"
Petición de un tercer colegio
Y para el futuro, la cuestión educativa en el barrio amenaza con empeorar ya que no solo se necesita que el Yvonne Blake esté completamente terminado y rindiendo al 100%. El Ayuntamiento de Fuenlabrada pide ya un tercer colegio para que se pueda acoger a la cantidad de niños y niñas de la zona pero Isidoro Ortega ya se espera lo peor “Si nosotros cedimos el suelo del Yvonne Blake en 2007 y hasta 2024 no va a estar, echen la cuenta y verán que no nos toca el siguiente colegio hará el 2040 y esto es un despropósito”.
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