Berlín es transgresora y atrevida pero, si algo la caracteriza es que no ha olvidado su pasado. Los miles de rincones que recuerdan los episodios más devastadores de su historia, conviven con los espacios más rompedores del Viejo Continente. El Bundestag (Parlamento), la Puerta de Brandeburgo, Alexanderplatz o la isla de los museos, son algunos de los tesoros que convierten a Berlín en la ciudad de moda. Os animamos a descubrirla.
Bundestag (Parlamento) , Puerta de Brandeburgo y Potsdamer Platz
El primer día de nuestra aventura por tierras alemanas no podría tener un mejor inicio. El Bundestag, que quedó totalmente destruido durante la II Guerra, fue reconstruido en los años 50, aunque se prescindió su cúpula original.
La nueva cúpula que corona actualmente el Parlamento, obra del arquitecto Norman Foster, es uno de los atractivos de la construcción. El Bundestag puede visitarse de manera gratuita con audioguía, aunque es necesario hacer la reserva con antelación. Después de conocer el epicentro de política europea, continuamos nuestra ruta hasta llegar a la Puerta de Brandeburgo, el símbolo por excelencia de Berlín.
Puerta de Brandeburgo, ubicada en la Plaza París
Para poner el broche a este primer día proponemos la bulliciosa, Potsdamer Platz, aunque fue remodelada, aún conserva algunos restos del muro. Al oeste de la plaza se encuentran dos importantes edificaciones. El primero de ellos, Sony Center coronado por una cúpula de cristal e iluminada con luces de colores concentra a una gran cantidad de terrazas y bares. Si nos decantamos por una opción más tranquila, la zona Daimler Chrysler nos brinda unos bucólicos jardines donde podremos relajarnos.
Catedral de Berlín, museos y… ¡compras!
Empezamos el día en la Catedral de Berlín, a escasos 10 minutos a pie de Alexanderplatz. La catedral consta de una cúpula desde la que podremos deleitarnos con una de las mejores vistas de la ciudad alemana. Saliendo de la catedral, nos embarcamos rumbo a la Isla de los Museos donde destaca el Museo de Pérgamo. Este galería posee una de las colecciones de antigüedades más ricas y extensas del mundo.
Catedral de Berlín, vista uerta de Lustgarten (jardín de recreo)
Dejamos atrás los museos para adentrarnos en el Barrio Judío donde se encuentra el centro cultural más alternativo de Berlín: Tacheles. Se trata de un edificio okupa en el que algunos artistas exponen sus obras al público. Después de un día de lo más cultural, podemos disfrutar de una sesión de compras en Friedrichstraße, la calle de compras más famosa de la ciudad.
Palacio de Charlottenburg, East Side Gallery y Checkpoint Charlie
Para nuestro último día en la ciudad tenemos previsto una visita muy real. El Palacio de Charlottenburg nos transporta a la Alemania imperial. Podemos visitar todas sus estancias con la audio guía disponible, también en español. El palacio cuenta además con unos extensos jardines, de diseño barroco, perfectamente cuidados. La visita tiene un precio para adultos de 14 € y, en caso de ser estudiante, la tarifa se reduce a 10 €.
Para completar nuestros últimos momentos en Berlín, haremos una parada en la East Side Gallery, junto al río, la mayor galería de arte urbana al aire libre del mundo. Cientos de graffitis de artistas internacionales se exponen en los restos que aún se conservan del Muro de Berlín. Son obras que expresan las ansias de libertad y un futuro de prosperidad pero, sin perder de vista la historia pasada. Berlín nos permite una retrospectiva de los acontecimientos que han marcado nuestra historia y, también, nuestro futuro.
Inaugurada en 1791 junto a la Pariser Platz, la Puerta de Brandeburgo es un símbolo del triunfo de la paz sobre las armas
¿Dónde comer?
Berlín nos ofrece una amplia variedad gastronómica, adaptada a todos los bolsillos. No podemos regresar de Alemania sin probar su plato más típico: Currywurst. Una salchicha cortada en rodajas, aderezada con kétchup y curry, habitualmente acompañada con patatas. Tanta es la veneración que sienten los berlineses por su afamado plato que incluso, le han dedicado ¡su propio museo! Podemos encontrar este manjar hipercalórico en cualquier restaurante o puesto callejero.
¿Dónde dormir?
Uno de los puntos fuertes por los que Berlín es buen destino, es que cuida nuestro bolsillo. No es una ciudad barata pero tampoco cara. El alojamiento es buena muestra de ello. En primer lugar por la variedad de hostales y hoteles con los que cuenta la ciudad. Podemos encontrar habitaciones dobles a partir de 50 euros. En cuanto a la zona más idónea para hospedarnos es Potsdamer Platz y alrededores. Es un área muy céntrica, con mucha vida pero también segura.
Consejo inteligente
Os recomendamos planificar muy bien este viaje para aprovechar el tiempo y cuidar nuestro bolsillo. Dependiendo de los días que vayamos a estar, nos conviene revisar los posibles abonos de transporte que Berlín nos ofrece. También podemos adquirir la tarjeta “Berlín Welcome Card” solo rentable si no eres estudiante. Si queremos visitar el Bundestag con audioguía, debemos reservarlo con un mes de antelación a través de la página web del Parlamento.