Los alumnos del CEIP El Trigal han pasado una mañana que no olvidarán. Los más pequeños del centro, niños de entre 3 y 5 años, han recibido la visita de varios agentes de la Policía Nacional de Fuenlabrada, quienes han acudido al centro para demostrar que la figura que representan es mucho más que la de “una persona que persigue a los malos”.
La Policía es nuestra amiga
Los agentes, pertenecientes a la unidad de Participación Ciudadana y a la Brigada Local de Seguridad Ciudadana (BLSC), que han visitado el colegio fuenlabreño se han esmerado en ganarse la confianza de los pequeños, quienes en un primer momento se mostraron tímidos ante la presencia de los integrantes del cuerpo. Para lograrlo, han pasado toda la mañana junto a ellos, proponiéndoles divertidos retos para aprender las señales o conocer los vehículos policiales, como las motos y coches patrulla. “Es muy importante que enseñemos a los niños todo lo que podamos mientras juegan, porque es la manera en la que conseguimos engancharlos. Venimos a enseñarlos, pero queremos que se diviertan”, nos explica María José Cabrera Álvarez, agente de la unidad de Participación Ciudadana.
Y es de esta forma, a través del juego, mediante la que la Policía Nacional ha conseguido acercar su labor y su figura a los niños del centro. “Muchos padres utilizan la figura del Policía como algo negativo. Si te portas mal te van a llevar los policías. Y debe ser todo lo contrario”, comenta. “Queremos que nos vean cercanos, que sepan que si tienen algún problema o se pierden, lo primero que tienen que hacer es buscar a un policía”.
Los niños del centro han jugado con los agentes, se han subido en los coches y motos patrulla, y han aprendido las señales
Formando a todos los niños de Fuenlabrada
La unidad de Participación Ciudadana, de la Policía Nacional, se encarga de llevar a cabo el Plan Director, y ha organizado actividades e iniciativas de este tipo en los más de 70 colegios que hay en Fuenlabrada. Con la organizada durante el día de hoy en el CEIP El Trigal, son más de 20 las exhibiciones con vehículos realizadas durante lo que va de curso. “Nos interesa mucho la cercanía a los niños de 3, 4 y 5 años, porque aprenden mucho y lo disfrutan”, explica Cabrera. Al finalizar la actividad, los agentes han hecho entrega a los alumnos de sus carnés de Policía Infantil”.
Los niños y los miembros del cuerpo dan por terminada una mañana muy divertida, unos esperando a que vuelvan los agentes, y otros preparando ya la visita al siguiente centro. “El trabajo es agotador, pero realmente merece la pena. Solo con verles las caras de felicidad, o ver cómo se divierten con nosotros. Los abrazos que nos dan al final de la actividad cuando ya nos vamos. Además, también ellos nos enseñan a disfrutar de nuestro trabajo y de lo que hacemos. Eso nos hace felices”, concluyen.