Dentro de la apuesta decidida por el Ayuntamiento de rehabilitar los edificios de viviendas de la ciudad mejorando las condiciones energéticas de estos, el Consistorio lleva aplicando desde hace más de una década, una reducción del 50% en el impuesto de construcciones a las comunidades de propietarios que ejecutan obras en este sentido. 514 comunidades han sido las beneficiadas desde su inicio en 2019, lo que ha supuesto un ahorro cercano al millón de euros.
El objetivo de esta medida es incentivar y favorecer la modernización y rehabilitación de los bloques de viviendas de la ciudad. “Con esta medida el Ayuntamiento quiere potenciar la renovación de los edificios que cuentan ya con unos años de antigüedad, en trabajos que ofrecen más comodidad y seguridad a sus residentes, así como su aislamiento energético mediante obras de aislamiento”, según ha explicado la concejala de Urbanismo, Ana María Pérez.
Además, ha explicado que con esta medida se eliminan riesgos tanto para la propiedad de la vivienda como para los viandantes al mejorar el estado exterior. También favorece la creación de empleo en el sector. Los trabajos que se benefician de esta reducción en el impuesto van desde las obras de instalación de ascensores, construcción de rampas de acceso para eliminar barreras arquitectónicas, impermeabilización de garajes, patios y fachadas, mejora energética y de envolventes térmicos, rehabilitación de fachadas y cubiertas o arreglo de terrazas.
Son obras declaradas de interés especial que permiten incorporar las mejoras en la edificación que existe en la actualidad y abarcan un gran abanico de trabajos. En 2019 fueron 120 edificios, 75 en 2020, 79 en 2021 -años marcados por la pandemia- 119 en 2022, 104 en 2023 y en lo que va de este año ya son 17.